𝘾𝘼𝙍𝘼 𝙇𝙐𝙉𝘼 | 𝕽𝖆𝖋𝖆 𝕮𝕼 [COMPLETA]

𝕻𝖗𝖎𝖒𝖊𝖗𝖆 𝖛𝖊𝖟

Canción ideal: Turning page - Sleeping at last

Los tiernos besos se convirtieron en algo más pasional y salvaje en el momento que la puerta de la habitación se cerró.

La temperatura subió en sus cuerpos con cada minuto que pasaba; el fuego que sentían los hacía quemar y solo había una manera de que todo eso terminara.

Ella gimoteó cuando sintió sus manos, recorrer sus muslos hasta llegar a sus piernas y subir lentamente el vestido que traía. Se estaba derritiendo por sus dulces caricias y sentía que una parte de sí comenzaba a alterarse.

Sus labios se separaron en busca de aire, pero esto solo hizo que comenzara a repartir dulces besos por su rostro. Él la amaba con locura y se iba a encargar que sintiera todo lo que no podía expresar con palabras.

Rafael besó desde su rostro hasta llegar a la curvatura de su cuello, que se encargó de lamer y chupar, dejando pequeñas marcas que demostraban el pasaje que amaba recorrer. Sus labios se unieron nuevamente, y ahora la lengua de él se adentró en su boca, sacándole un gemido por el contacto. Con pequeños pasos y entre besos llegaron a la cama, Rafael se sentó en esta, para poner a Liliana sobre su regazo.

Todo esto lo estaba calentando de sobremanera y estaba demasiado duro.

Había soñado con ese momento demasiadas veces que ahora le resultaría imposible controlarse como las veces anteriores, la necesitaba para calmar ese dolor. El vestido se alzó hasta su cintura, dejando ver el pedazo de tela que se humedeció por toda la situación.

Una corriente eléctrica los atravesó cuando él movió sus caderas involuntariamente hacia arriba, tocando ese dulce punto. Un gemido se escapó de la garganta de ambos, para luego volver a unir sus labios en un beso dulce que contrastaba con los movimientos de caderas de ambos.

Ella soltó un pequeño gemido que se perdió en su garganta cuando sus manos viajaron y aterrizaron en su trasero, amasándolo y acariciándolo con delicadeza, además de ir marcando un ritmo más placentero para ambos.

Las manos de Liliana que estaban en su cuello bajaron para llegar a su pecho, desabotonando lentamente su camisa, dejando a la luz parte de su pecho.

Sus labios se separaron de él, para besar su mandíbula, clavícula y llegar hasta su cuello, el contacto de sus labios con su piel lo hicieron soltar un gruñido ronco. Las manos de Liliana quitaron completamente su camisa, aventándola a un rincón oscuro de la habitación, para luego subir a sus hombros anchos, empujándolo levemente para que Rafael se acueste en la cama, ella se apoyó en su pecho duro.

Sus caderas seguían moviéndose, permitiendo que él sintiera el calor y la humedad de su entrepierna; producto del deseo. El placer la hizo llevar la cabeza hacia atrás y cerrar los ojos.

—Eres hermosa —le sorprendió lo ronca que sonó su voz, pero nunca había sentido ese nivel de excitación y vulnerabilidad.

Sus manos que apretaban su trasero subieron a su cintura y tomaron el vestido arremangado, para quitarlo sobre su cabeza.

La vista lo hizo jadear, era la misma que se repetía constantemente en sus sueños y que no esperaba que se hiciera realidad.

Rafael se incorporó, para juntar sus cuerpos calientes. Liliana ocultó su rostro en la curvatura de su cuello, inhalando el aroma que alteraba sus hormonas. La forma en que temblaba su cuerpo indicaba que eso le afectó de la misma manera.

Él es el único que ha logrado que tiemble por su cercanía. Un gemido lastimero escapó de sus labios para llenar el silencio de la habitación. La mano de Rafael bajó hasta la unión de sus cuerpos, sintiendo más su humedad, acariciando levemente sobre la tela.