𝘾𝘼𝙍𝘼 𝙇𝙐𝙉𝘼 | 𝕽𝖆𝖋𝖆 𝕮𝕼 [COMPLETA]

𝕯𝖊𝖘𝖕𝖊𝖌𝖚𝖊

Canción ideal: Eres - Café Tacvba

-He tomado una decisión -dijo cuando se paró frente a él. El corazón le tamboreaba con fuerza, ella no lo sabía en ese momento, pero esta decisión cambiaría sus vidas.

-¿Cuál ha sido? -pregunto con miedo y ansiedad, no había podido parar de pensar en lo que podría pasar toda la tarde.

Ella miró sus ojos cafés en los que se podía ver reflejado todas las emociones que trataba de ocultar con una expresión seria. Respiró profundamente antes de hablar, no había marcha atrás. No podía jugar con él y luego arrepentirse.

-Iré contigo -al terminar de hablar su cuerpo es levantado en el aire, Rafa hace que rodee su cuello con sus brazos, haciendo que ambos giren sobre la arena.

Él suelta una carcajada de felicidad que es seguida por ella, sus manos bajan a sus piernas, que se enganchan alrededor de su cintura. En el tiempo que estuvo con Cuco no pudo dejar de hablar sobre las dudas que tenía, haciéndole preguntas o entablando conversaciones imaginarias de las posibles alternativas.

-No te arrepentirás -susurró con una sonrisa, rozando su nariz con la suya de una manera cariñosa.

-Eres lo único que quiero -dijo sincera, en sus brazos se sentía protegida, como si fuera el único lugar correcto. Era su hogar.

Sus palabras hacen que actúe de manera impulsiva, uniendo sus labios a los suyos. Ella suelta un jadeo al sentir su lengua entrar a su boca. Es un mar de sensaciones, la mayoría familiares. Sus bocas se conocían a la perfección, habían practicado tanto que sabían el punto débil del otro. Con cada roce de sus labios, de sus lenguas, caían más y más profundo.

-Aprovechemos nuestra última noche -dijo entre besos con una sonrisa traviesa en los labios.

Esa noche se unieron cómo siempre lo hacían, dejando derramado en ellos todo el amor y la pasión que sentían en el otro. El sonido de las olas chocar contra las rocas, más los gemidos y jadeos silenciosos podían hacer sonrojar hasta a la persona más inocente. No necesitaban palabras para decir lo que querían, con una mirada bastaba para dar a entender lo que sus cuerpos necesitaban.

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Despertó entre sus brazos, se había vuelto una costumbre dormir pegada a su pecho, el sonido de los latidos de su corazón la calmaban y si pudiera los grabaría para escucharlos todo el tiempo. Desenredó sus piernas de las sábanas, incorporándose con cuidado para no despertarlo, había descubierto que él podía pasar todo el día durmiendo sin problema.

Levantó su ropa del piso, haciéndola bola con sus manos. El cuerpo le dolía, y cuando bajó su mirada, se sorprendió al ver dos marcas rojas sobre su cintura. Tenían la forma de las manos de Rafa. Los recuerdos de la noche anterior y como él la ayudaba a subir y bajar a lo largo de su miembro, la hicieron sonrojar.

Se metió al baño, quería darse una ducha antes de viajar. Él no le dijo nada sobre cómo regresarían, a pesar de las constantes preguntas, él se limitaba a responder que era una sorpresa y que se despertará temprano. Divisó su cuerpo desnudo en el espejo de cuerpo completo; miró con atención cada parte de su piel, detallando que tenía más marcas de sus manos entre sus piernas.

Ya no se sentía tan incómoda en su cuerpo como antes, siempre le causaba inseguridad el no tener pechos tan grandes y que su cuerpo fuera demasiado delgado, producto de la mala alimentación que tuvo por varios años. Pero al ver su cuerpo, se sintió diferente, ya no observó con disgusto la parte de sus pechos ni deseó tener el cuerpo de una actriz popular de esa época. Se sentía deseada y le agradecía por haberle dado ese empujón que necesitaba para aprender a amarse tal y como era.