𝕾𝖚𝖕𝖊𝖗𝖆𝖗

378 61 104
                                    

ᴅᴇᴅɪᴄᴀᴅᴏ ᴀ: 

Canciones ideales: Ni tu ni nadie - Moenia  ¬  Rosa Pastel - Belanova 

Rafael se agachó para agarrar de la caja una bolsa de basura y con su palo, fue picando algunas latas y plásticos tirados en el monte a un lado de la carretera. Sentía cierta paz pasar sus martes, de esa manera, siempre que le daban oportunidad, sus mañanas eran destinadas a recoger basura.

También porque así podía pasar tiempo fuera de la cárcel y limpiar los campos contaminados por las personas. Si fuera por él, hubiera cuidado de las plantas maltratadas que crecían revoltosas y de algunas flores casi secas por el intenso sol.

Después de una hora, en la que se dedicó a recoger la basura y pedazos de vidrio, lo llevaron de vuelta con el resto de los presos. Siguió el camino de vuelta a su celda como de costumbre, ya se lo sabía de memoria.

—Hola, Mario —saludó a su compañero y esperó a que le terminaran de quitar las esposas—. ¿Saliste hoy?

El mencionado se rio sarcásticamente por su mal chiste.

—Ya van cuatro veces que cuentas el mismo, después de la segunda vez ya no es divertido.

—Gracias —susurró y entró a su celda—. Es humor avanzado, no lo entenderías.

—¿Y tú qué? —jaló un pelo de su bigote—. ¿Ya vas a dejar de salir? Todos los días tienes que salir, yo no entiendo cómo sales todo el tiempo.

—Soy importante —se encogió de hombros y peinó su cabello que creció para volver a retomar el largo que tenía antes que lo arrestaran, solo que creció de distinta manera. Ya no se esponjaba y arremolinaba hacia arriba.

Los miércoles se ofrecía como voluntario para cocinarles a los demás. No tenía experiencia haciéndolo, pero junto con el resto de los presos preparaban la comida lo mejor que podían. Le agarró un cariño a la cocina y aunque, era para personas igual de malas que él, sentía que de esa manera su alma se redimía un poco.

Asistía a sus reuniones con el grupo sin perderse una, a no ser que llegará Jaime con otros agentes de la DEA para avanzar en sus planes. En el pizarrón anotó la jerarquía dentro de la organización, desde el punto más alto hasta los rangos más bajos.

—Tiene un trato con los colombianos —anotó el nombre de los líderes de los cárteles de Medellín y Cali—. Por ellos sustituyeron la marihuana por la cocaína.

—Lo llevan a Estados Unidos —afirmó Jaime.

—Sí, por aviones, dejaron de usar camiones porque sufrían de sabotaje por parte de otras plazas.

Rafael escribió DFS en grande y lo encerró en un círculo.

—Ustedes ya saben que ellos son una farsa, el Azul es el que tiene contacto directo con Miguel y comunica con su aliado Torres. Cada movimiento suyo, se lo dicen a Torres y él se lo dice a Miguel. Incluso puede que ya sepa que yo les estoy dando información.

—¿Qué quieres decir?

—Tiene ojos en todos lados, pero desde que se liberó a Camarena la cosa ha estado muy tensa desde arriba —apuntó a la punta de la pirámide que dibujó—. Ha ido perdiendo poder y no les puede asegurar a sus patrones que nada de información se colará.

—¿Y a ti por qué no te ha hecho nada?

Él soltó un suspiro y dejó el gis en la mesa metálica.

—Cada semana se organizan revuelos dentro, y siempre tratan de meterme, yo no lo hago, pero estoy seguro de que algunas se hacen solo para mí. Nos estamos apuntando mutuamente, yo hablo, él cae. Él hace algo, yo caigo más y tiene miedo. Desde que atraparon al Cochiloco, se debe estar protegiendo de todos.

𝘾𝘼𝙍𝘼 𝙇𝙐𝙉𝘼 | 𝕽𝖆𝖋𝖆 𝕮𝕼 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora