𝕸𝖚𝖊𝖗𝖙𝖆

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Canción ideal: Possibility - Lykke li 

Doña Hermelinda tenía el cabello despeinado y grandes ojeras se marcaban debajo de sus ojos. Tuvieron una noche larga y pesada. Las cosas se salieron en control de su primo y uno de sus familiares acabó en una patrulla. Don Emilio tuvo que usar su apellido y el nombre de su hijo para sacarlo de la cárcel. Así aprendieron la lección de no volver a quemar cuetes en casas ajenas.

—¿Ya llamó Rafa? —preguntó Coco y metió su galleta dentro de su café. Cada año, Rafael les llamaba para cantarles una canción diferente, el año pasado fue un cover de Bee Gees y esperaban que ese año fuera igual o más ridículo.

—No, aún no —contestó Doña Hermelinda—, pero seguro no tarda, mi amor.

—Más le vale, ya tengo lista mi cámara para grabarlo y luego utilizarlo a mi favor —murmuró Alejandra.

—No pueden hacerle eso a su hermano —dijo Don Emilio—, bastante tiene con que ustedes sean sus hermanas —bromeó y se rio cuando las tres abrieron las bocas ofendidas.

—Yo soy un amor de hermana —se defendió Linda y las dos restantes se le unieron.

—Claro —dijo sarcástica Coco, lo que desató una pelea entre las tres de quién era mejor hermana.

Tanto Doña Hermelinda como Don Emilio las dejaron ser, era divertido ver como sus hijos interactuaban entre sí y ya tenían experiencia de sobra en que hacer en esos casos, lo cual era dejar que ellos resolvieran sus problemas. La casa de los Caro Quintero se sentía con una alegría y energía desbordante, que contrastaba con fuerza en donde estaba Rafael.

Cuco no dejaba de observarlo y analizó cada movimiento que hacía. A pesar de que Rafael cayó dormido, no quería que algo malo le fuera a pasar y él no estuviera ahí para ayudarlo, con prisa agarró el teléfono y marcó el número de Miguel. Creía que él podría ser de ayuda para toda la situación que se estaba llevando a cabo.

—¿Qué pasa? —preguntó irritado por el gran dolor de cabeza que se cargaba.

—Perdón por molestarlo, patrón —dijo nervioso—. Tenemos una situación aquí.

—¿Qué es lo que pasó? —se levantó de la cama y tapó su desnudez con su bata, apenas llegó a su casa, folló con su esposa para que esa fuera la manera en que ambos recibieran el nuevo año.

—Lili se ha ido.

—¿Quién? —preguntó confundido.

—La prometida de Rafa —alzó una ceja cuando escuchó los chillidos de unas llantas—, bueno, ex prometida supongo.

Miguel lo tomó con calma al principio, pero las alarmas en su cabeza saltaron en el momento en que se puso a pensar en lo que eso implicaba.

—¿Qué es lo último que se sabe?

—Yo no la vi salir, fueron las muchachas de aquí.

—Me carga la tristeza —murmuró—. Mandaré a que la busquen y que no se le vaya a ocurrir decir algo.

—¿A qué se refiere? —preguntó Cuco, aunque la pregunta se respondía por sí sola. El hecho de que llevaran a alguien ante Miguel solo implicaba una cosa y si quería evitar que eso ocurriese, debía evitar que él pusiera sus manos sobre ese asunto—. No lo creo necesario, patrón. La señorita no dirá nada.

—No quiero tomar riesgos —dijo seguro, no le importaba las medidas que tomaría, él se aseguraría de que Liliana no abriera la boca.

—Patrón —habló con seguridad—. Yo me puedo encargar de ese asunto y le puedo asegurar que ella no dirá nada —hablarle a él fue un error, esperaba que se preocupará por Rafael, del cual no preguntó por cómo estaba ni una sola vez, dejando en claro cuáles eran sus prioridades.

𝘾𝘼𝙍𝘼 𝙇𝙐𝙉𝘼 | 𝕽𝖆𝖋𝖆 𝕮𝕼 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora