Canción ideal: Respect - Aretha Franklin
Lili se acomodó en el hombro de él, que después de quedarse conversando con sus hombres sobre algunos asuntos pendientes de los que debía hacerse cargo al llegar, volvió a sentarse en su sitio. Tratando de volver a dormirse, pero el dolor en su cuello por la mala posición y el rugido de su estómago hace que despierte totalmente.
Cuando despierta totalmente y talla sus ojos para acostumbrarse nuevamente a la luz fuerte del avión. Ella mira a través de la ventana, detallando las nubes y cómo se ve a lo lejos algunas partes de la tierra.
—¿Cuánto falta? —le pregunta para poder prepararse mentalmente al aterrizaje, había logrado calmar su miedo en ese tiempo, pero sabía que volvería a alterarse cuando empezaran a aterrizar.
—Una hora —dijo checando su reloj.
—Tengo hambre —tocó su estómago, el cual volvió a removerse, recordó la bolsa de sándwiches que había puesto en el piso a un lado suyo. Agarró la bolsa y la abrió—. ¿Quieres? —preguntó ofreciéndole uno.
—Gracias —tomó el sándwich y sonriendo—. ¿Qué haces? —preguntó cuando vio que se desabrochaba el cinturón y agarraba nuevamente la bolsa de comida.
—Los voy a repartir —mostró la bolsa y viendo hacia donde estaban los demás, que ya estaban en sus asientos.
—Déjalos, no les pasa nada por no comer —bromeó.
—No seas malo —ella sonrió de medio lado y caminó hasta el fondo del pasillo del avión con sumo cuidado, agarrándose de algunos asientos para no caerse.
Varios pares de ojos la miraban de forma curiosa, otros estaban en un sueño profundo, debido a que generalmente no dormían las horas suficientes. Ella puso una sonrisa de labios cerrados, recordando las palabras de Rafa, en las que podía confiar en ellos. No quería ni imaginarse de las cosas que eran capaces de hacer o hicieron, pero los trataría de la mejor manera por la lealtad que le tenían a la persona que más le importaba en ese preciso momento.
Le ofreció a cada uno de ellos que estaban despiertos y dejo el resto de la bolsa encargada con Cuco por si alguien quería más. Ellos respondieron de forma positiva, en un pasado a su patrón le hubiera dado igual si estaban bien o no, pero ese simple detalle, demostraba que un ligero cambio estaba pasando. Además, que la empatía por ella aumentaba; no los miró con miedo ni con una mirada juzgadora, sino cómo lo que eran: personas. Y eso les agradaba.
—Ya —sonrió al volver a sentarse en su sitio.
Agarró su sándwich y desenvolvió la servilleta, dando una gran mordida. Tal vez era el hambre que tenía, pero le supo a gloria y no puedo evitar soltar un pequeño gemido de placer. Por el rabillo de su ojo vio cómo Rafa sonreía de manera perversa, debido a los pensamientos que pasaban por su mente al escuchar ese bajo sonido.
—Cuéntame algo de cuando eras chiquito —pidió, mientras daba otro mordisco, al parecer había interrumpido sus pensamientos, ya que se sobresaltó cuando escuchó su voz.
Rafa se quedó pensando unos segundos, tratando de recordar alguna que no fuera tan triste. La enfermedad de su papá había cambiado de su vida y desde ese momento se convirtió en una persona totalmente diferente. Ese problema en su niñez lo había llevado a donde estaba en ese momento y siempre le costaba hablar sobre su pasado, debido a que implicaba recordar los días en que él y sus hermanos tenían que pasar hambre, los gastos y solucionar problemas de los que nunca se tuvo que hacer cargo a esa edad tan temprana. Era una persona diferente, había logrado tener lo que soñaba desde morrillo, y ahora ese pasado lo había dejado atrás. No quería volver a ser ese niño inseguro.
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𝘾𝘼𝙍𝘼 𝙇𝙐𝙉𝘼 | 𝕽𝖆𝖋𝖆 𝕮𝕼 [COMPLETA]
RomanceLiliana Luna Cadenas escapa de la hostilidad de su pueblo natal. Crece sola, tras la pérdida de su familia. Hasta que una oferta de trabajo, llega a revolucionar su mundo. Él pone su vida de cabeza. Esta historia se ambienta a mediados de los 80, M...