𝕴𝖓𝖛𝖎𝖙𝖆𝖈𝖎𝖔𝖓

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Canción ideal: la que ustedes quieran 😎

Era la primera vez que estaba en el amplio despacho. Era muy elegante, al igual que el resto de la casa, solo que esta habitación tenía menos luz, se veía oscura. Todo el ambiente daba un aire de misterio y estilo; algunos papeles desordenados estaban sobre el amplio escritorio. Varios sillones estaban en una esquina de la habitación, estas eran de cuero negro y de la cantidad perfecta para que varias personas se sentaran sin ningún problema.

Tomó el teléfono dorado y marcó el número que se sabía de memoria. Habían pasado varios días desde la última vez en que ambas platicaron, Liliana quería invitarla a la fiesta que harían en la casa y Martina estaba desesperada por la reciente desaparición de su esposo. Él debía de acudir a una cita con sus abogados y nunca llegó, cuando ella preguntó con sus conocidos y la gente del pueblo sobre la última vez que lo vieron, todos contestaron que fue días atrás. No sabía qué hacer y el mundo se le estaba cayendo por las constantes preguntas de sus hijos sobre su papá.

Eran demasiados pequeños como para entender la situación en la que estaba su mamá y el por qué su papá se había ido. A Martina lo único que se le ocurrió fue mentirles, pero sabía que tarde o temprano tendría que ser honesta con ellos. Además, no estaba preparada para los peores escenarios que podrían pasar, no sabría cómo continuar sola.

—¿Bueno?

—Tina, hola. ¿Cómo has estado?

—Ay, Lili. He estado llamando al teléfono del hotel, pero no me contestabas.

—Nos regresamos a Guadalajara —dijo nerviosa y esperó su reacción.

—Qué bueno.

La relación de ese par se había convertido en la menor de sus preocupaciones. Necesitaba encontrar a su esposo, a pesar de que seguía muy enojada con él, no podía dejar que sus hijos crecieran sin su papá. Aunque los comentarios de los papás de Martina no resultaron ser los más alentadores, todos pensaban que él había huido del juicio y que tal vez regresó a su tierra natal. No era la mejor alternativa, pero era mucho mejor que le hubiera pasado algo peor.

—¿No vas a decir nada? —dijo, estaba extrañada por su reacción, aunque aliviada. Eso significaba que se estaba acostumbrando a la idea de verlos juntos. Con la invitación, sabía que las cosas marcharían mejor entre todos.

—¿Estás sola?

—Eh..., sí —después del desayuno, Rafa se marchó para resolver algunos problemas, dejándola sola para que hiciera lo que quisiera—. ¿Por qué?

—Paco está desaparecido y no sé qué hacer —su voz se rompió y tuvo que tragar el nudo de su garganta para seguir hablando.

—¿Cómo así? —preguntó preocupada y múltiples escenarios del posible destino de Paco le bombardearon.

—Es que teníamos una cita con los abogados —sorbió su nariz—. Y no fue, entonces empecé a preguntar con sus amigos y todos me dicen que la última vez que lo vieron fue antier.

—¿Y ya fuiste con la policía? —no se le ocurría que más podría haberle pasado, lo conocía tan poco que casi era un completo desconocido.

—Sí, ya fui —su tono de voz era desesperado—. Y ya pusieron la orden de búsqueda, pero pasan las horas y no hay ni una sola noticia de él.

—Tiene que aparecer, tal vez fue a Culiacán o cerca de ahí.

—¿Tú crees que Rafa...?

—¿A qué te refieres? —la interrumpió apenas, escuchó el nombre salir de su boca.

𝘾𝘼𝙍𝘼 𝙇𝙐𝙉𝘼 | 𝕽𝖆𝖋𝖆 𝕮𝕼 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora