𝓥𝓲𝓭𝓪

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                                            ᴅᴇᴅɪᴄᴀᴅᴏ ᴀ: 

Canción ideal: mi verdad - shakira & maná

Llegó junio, el mes en el que se suponía que se debían de casar. En el que en una línea alterna del tiempo o si existen los universos paralelos habrían unido sus vidas hasta que se tuvieran que separar. 

Este mes, en el hemisferio norte, suele relacionarse con playa, sol, arena, turistas, muchos turistas. En particular, estadounidenses, los perfectos clientes para el consumo de marihuana. Aunque hubo un pequeño detalle que cambió todo.

El robo de un cargamento de mercancía puso a Rafael loco. No era la primera vez que sucedía y no tenía forma de controlar esos ataques por parte de Falcon, el causante.

Y aunado al hecho de que Miguel se estaba reuniendo con el cártel de Cali en Colombia, no ayudaba en nada.

Don Neto fue quién vio su punto de quiebre cuando recibió la llamada de Alberto Sicilia Falcon quién, en sus inicios, les dio permiso a Miguel, Rafael y don Neto de unirse a ellos para traficar marihuana. Siempre y cuando no intervinieran con su negocio de cocaína.

Cosa que Miguel estaba rompiendo al asistir a esa reunión en busca de lograr que uno de los medios de exportación fuese ellos. Sin importar que también afectara al negocio de Rafael y rompía con los acuerdos que hicieron en los inicios.

Rafael estaba demasiado alterado como para permanecer de pie y solo se acostó en un sillón para que su presión y latidos del corazón volvieran a la normalidad. Veía el techo y este le daba vueltas, su cuerpo le pedía a gritos que desquitara toda la energía que la droga le dio, pero no podía hacerlo porque sentía que, si daba un paso, caería en un abismo.

Miguel tenía un solo objetivo: hacerlo antes que nadie.

Pablo Escobar, quién era líder del cártel de Medellín, se reunió con Miguel, ya que esa alianza entre Cali y Guadalajara representaba una amenaza para ellos. Pero supo utilizar de manera adecuada esa oportunidad para lograr que entre la mercancía de cocaína que se transportaría a Guadalajara, mitad fuera de Cali y la otra mitad de Medellín.

Y Miguel no dudó en aceptar, porque eso era lo que quería. A pesar de que ya tenía todo lo que quería, su avaricia y ambición lo llamaban a querer más y más. Isabella —una mujer astuta y otra socia más de la organización— le trató de advertir las implicaciones que tenía el cambio de negocio de marihuana a cocaína, ya que ese no era el acuerdo que tenían con el gobierno mexicano. Él debía resolverlo si quería que su futuro negocio saliera adelante.

Llegó el día en el que Rafael tuvo que reunirse con Miguel para escuchar la que fue una de las peores noticias de su vida. Detrás de la noticia de la enfermedad de su papá.

—Entonces, ¿es cierto? —preguntó y se cruzó de brazos—. ¿Te reuniste con la gente de Cali?

—Están muy impresionados con lo que hicimos aquí en México —respondió con una sonrisa—. Hicimos un buen trato, creo que quedamos bien parados.

—No mames, Félix, no seas pendejo —no podía seguir escuchando y se paró, enojado.

—Rafa, cálmate —pidió don Neto.

—¿Qué? —preguntó con evidente alteración—. Lo que tenemos aquí es estable, funciona porque nosotros lo controlamos —se agachó y vio directamente a Miguel—. ¿Y vas a ir a regalarlo?

En la habitación se hizo un silencio y Rafael bajó su mirada hasta que se fijó en sus manos.

—Mira estas manos —mostró sus palmas y sonrío—. Cultivan la mejor mota del mundo. La mejor —se levantó del suelo—. Pero de coca no sabemos ni madres —remarcó.

𝘾𝘼𝙍𝘼 𝙇𝙐𝙉𝘼 | 𝕽𝖆𝖋𝖆 𝕮𝕼 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora