𝕽𝖊𝖛𝖔𝖑𝖚𝖈𝖎𝖔𝖓

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Canción ideal: Get free - Lana del Rey 

—¿Qué día es hoy, miss?

—Hoy es miércoles 13 de mayo —anotó la fecha en el pizarrón—, de 1987.

Liliana siguió con su explicación del tema de ese día y les entregó los nuevos libros para el recién inaugurado taller de lectura. Entre Lucía y ella se turnaban para dar ese taller, y procuraban que los libros no tuvieran relación con temas del colegio. El propósito era inculcarles el hábito de la lectura.

—Bueno, antes de irnos, ya les había contado que mañana y el viernes no podré venir. Entonces les pido que sean muy amables con la miss que cuidará de ustedes y no quiero nada de quejas al regresar. ¿Está entendido? —les preguntó con amabilidad.

—Sí, miss —respondieron al unísono.

—Ya váyanse, se cuidan mucho y nos vemos el próximo lunes.

Ella se quedó para recoger algunos materiales de clase y dejar todo listo para el siguiente día y que la maestra sustituta no tuviera problema en encontrarlos. Cuando terminó, salió a la dirección para firmar su asistencia de ese día.

—Liliana —llamó la directora.

—¿Sí?

—Espero que deje de estar pidiendo tantos días, sabe que no tenemos tantos maestros como para cubrirla todo el tiempo.

—Bueno, han sido contadas las veces y cuando lo he hecho ha sido porque mi hija se ha enfermado. Además, le recuerdo que nosotras también hemos batallado cuando usted no está aquí y llegan los supervisores.

—¿Me estás reclamando? —preguntó altiva.

—Tómelo como quiera, incluso si me quiere descontar estos dos días, hágalo. Pero he cumplido con algunas tareas que no me corresponden y son suyas.

Marisol mordió el bolígrafo y subió sus gafas para colocarlas en su cabeza.

—Puedes retirarte —dijo sin nada más que añadir.

—Gracias, nos vemos el lunes.

Al salir de la escuela, se despidió de todas sus compañeras, del portero y de John que le daba clases a algunos niños que se quedaban en la tarde para aprender inglés. Siguió el camino de costumbre, se lo sabía de memoria y su corazón se alegró al llegar a su casa.

—¡Eh! Alto ahí señorita —cargó a Iris y la llenó de besos por toda la cara.

—Afuera —señaló el jardín delantero.

—No, hoy no vamos a salir, te vas a quedar con Ita —sonrió al ver el puchero que formó—. ¿Cómo se portó? —le preguntó a doña Juana.

—Me vas a tener que aumentar el salario porque esta chamaca es un tornado —bromeó y se estiró para tronar su espalda—. Mi cintura ya no puede más.

—No debes de portarte mal con Ita —la regañó y volvió a dejarla en el piso para que se fuera corriendo a su habitación—. ¿Ya comieron?

—Ya, Iris te quería esperar, pero hoy se te hizo tarde, ¿verdad?

—Dejé unas cosas en orden del salón, no quiero que Lucy me mate por dejar todo desordenado —fue a la cocina para calentar la comida que doña Juana le preparó—. Ita si quieres un aumento yo lo hago, no hay ningún problema.

—No me hagas caso, solo soy una vieja que a veces se queja, ya sabes que a mí me gusta pasar tiempo con la niña.

—Y ya pronto volverá a tener sus mañanas tranquilas, para el siguiente ciclo escolar lo más seguro es que preescolar ya esté listo.

𝘾𝘼𝙍𝘼 𝙇𝙐𝙉𝘼 | 𝕽𝖆𝖋𝖆 𝕮𝕼 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora