Capítulo 12: Registro civil

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Estoy embobada mirando el anillo en mi dedo

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Estoy embobada mirando el anillo en mi dedo.

—Estoy feliz por ti, te lo mereces—Freya está sentada a mi lado admirando conmigo mi nuevo objeto favorito—. Herkus y tú hacen la pareja perfecta y junto a los hermosos mellizos son la familia que cualquiera quisiera tener.

—¿Tú crees?— asiente muy decidida, tanto que me convence a mí. Ojalá pueda ser así, solo debo ser ignorando las incomodidades que siento en el pecho y los bombardeos en mi cabeza en forma de susurros que me dicen que pare.

—¿Será un compromiso largo?

—Aún no lo hablamos, pero no quiero estar un año comprometida, espero que esté de acuerdo en organizar la celebración pronto. Tres o cuatro meses como mucho.

—Me parece genial, yo te ayudo en lo que necesites, los compromisos me fascinan, siempre quise ayudar a una novia con su vestido, los preparativos, el ramo y todo lo demás.

—Gracias, Freya.

—Ay, no hay de qué. Cuenta conmigo para lo que sea.

Me pone muy contenta que ella esté así de contenta por mí. Tengo que darle la noticia a…

—Hola, prometida— mi prometido viene a mí con una gran sonrisa después de haber tenido una buena noche, si saben a lo que me refiero, fue una noche exquisita. Deja sus labios en los míos y se sienta a mi lado —Hola, Freya.

—Hola. Yo los dejo, ¿Quieren que les traiga algo?

—Nada, gracias. Ve a hacer tus clases yo me encargo de los niños.

—Está bien— se va con una gran sonrisa.

—¿Dormiste bien?— me pregunta Herkus tomando mi mano y dejando un beso en ella. Él es tan cariñoso y cuidadoso conmigo, me encanta.

—Dormí genial, ¿Y tú?

—Maravilloso.

Aunque lo haya hablado con Freya, también lo he pensado y es que es muy probable que casarme me haga muy feliz, ¿Verdad? Entonces, ¿Por qué no acelerar el asunto?

—Oye…

—¿Qué pasa?

—Estuve hablando con Freya recién...— le doy una ojeada para asegurarme que me esté escuchando con atención— A ella le haría ilusión que la boda se celebre...no sé, pronto.

—¿A ella?— me acerca un poco a él y me encojo de hombros.

—Si, sabes lo entusiasta que es.

Se ríe y asiente antes de besar mi mejilla.

—A mí también me gustaría que nos casemos pronto.

No me importa que nos hayamos conocido hace cinco meses, quiero casarme, siento que es algo que necesito hacer para poder establecer mi vida con un esposo y mis hijos. Aún no se siente real nada de esto, pero estoy segura que casándome lo lograré. Lo quiero muchísimo y cuanto antes estemos unidos mejor. El título de esposa me dará la felicidad y tranquilidad que tanto anhelo tener.

Ni Que Fuera Por El Destino [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora