Capítulo 21: Conociendo a la familia

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Maratón 4/5


—¿Qué putas acabo de leer?—le pregunto a mi abogado a través del teléfono. Los chicos me miran pero ninguno dice nada.

—Ya lo has leído, tu esposa desaparecida te está pidiendo el divorcio. Llamaré a Finnick Blair, debe haber un error.

—Claramente es un error. Ella está desaparecida, como dijiste— empiezo a desesperarme y a pensar cosas que no son—. Arregla esta mierda.

Haré lo que pueda. Le habrán hackeado el correo a Blair y están jugando una broma pesada.

No digo más nada y cuelgo. No sé qué clase de broma sea esta, pero con mi esposa no se van a meter. Dejo el teléfono cargando, no pienso darle importancia a unos idiotas que se creen que pueden jugar así. Me siento con mis hijos y meriendo con ellos.

—¿Pasa algo, papi?

—No, nada.

El tema no deja de darme vueltas en la cabeza y me despisto mirando televisión con los chicos. No me van a amargar el día así como así.

No hay respuesta y pasan dos días sin noticias

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No hay respuesta y pasan dos días sin noticias. Estoy nerviosa, me sudan las manos al pensar en lo que me dijo mi tío. Quiero que esto sea sencillo pero como vamos, no va a ser así.

Herkus comenzó a trabajar en la panadería y vuelve todos los días con panes frescos que los niños se devoran. Está contento y si bien al principio parecía reacio a estar en mi ciudad natal, ahora parece gustarle un poco más. En cambio, Freya quiere irse cuanto antes, no le gusta aquí. No he tenido oportunidad de preguntar qué es lo que no le gusta de Inglaterra.

Mi día de trabajo se ve agotador. Sentada en el sofá de la habitación del hotel llevo escribiendo el artículo del día y el de mañana también para tenerlos listos. Escribo en mi diario personal y luego, viendo cómo Megan intenta estar todo el día sin pañal, escribo en mi libreta. Allí escribí todo lo relacionado con ellos desde el primer momento que supe que los tenía dentro. Necesitaba contarle a alguien sobre mis bebés entonces tomé un cuaderno y redacté todo, desde las náuseas, las primeras patadas, los dolores horribles que me hicieron pasar, la fecha del parto programado, cuando me dijeron los sexos, cuando estaba pensando en los nombres. Cuando nacieron, como pasó, la primera vez que los sostuve en brazos, la primera vez que los amamanté, el día que salimos del hospital. Su primera risa, su primer llanto. Su primer palabra, su primer paso. Su primera pelea de hermanos. Todo está ahí, cada cosa que pasaron fue escrita, con fotos adjuntas y videos guardados en mi nube.

Ni Que Fuera Por El Destino [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora