Capítulo 23: Está aquí

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La puerta de la casa de los Blair es azotada por la fuerza con la que la abro y los miembros de la familia se sobresaltan con mi abrupta llegada

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La puerta de la casa de los Blair es azotada por la fuerza con la que la abro y los miembros de la familia se sobresaltan con mi abrupta llegada. Me estuvieron ocultando la verdad en la cara… No, no hicieron, desaparecieron de mi vista en cuanto supieron algo que yo no debía saber. Huyeron de mi mirada y me ocultaron la cosa más importante de mi vida como si yo no me fuera a enterar nunca. ¿Pero quién creen que soy?

Bruce Blair es quien se acerca y que tenga su uniforme de gendarme no me intimida en lo más mínimo.

—Primero, te tranquilizas y segundo…

—¡Mierda me voy a tranquilizar!—lo interrumpo y me le acerco—Habla. ¿Dónde está? Explícame qué putas está pasando.

Finn está a un lado y ni siquiera miro a quien había considerado mis amigos.

—¿Qué es eso del divorcio? ¿Qué putas hace aquí? ¡No! ¿Dónde estaba, en primer lugar?

—Hablemos en la oficina— pide serenamente.

No vine a armar un escándalo por muchas ganas que tenga de romper todo a mi paso. Voy a la oficina del abogado y solo entramos él, Bruce y yo.

—Expliquen.

Se miran entre sí antes de que sea Bruce quién tome la palabra.

—Ha vuelto hace una semana, no recuerda nada, no sabe quién es ni quién eres tú, no sabe nada de lo que ha vivido y no se lo podemos decir o corre peligro.

—¿Qué...qué quieres decir? ¿No sabe de mí? Dijiste que lo ibas a arreglar —no quiero que la voz me tiemble, pero no lo puedo controlar —Dijiste que me la ibas a devolver sana y salva.

Trato de mantener la compostura.

—¿Qué hay de los niños? ¿Sabe de ellos?

Niegan con la cabeza y me paso las manos por el cabello cuando la cabeza me palpita de tanta mierda. Me acerco a la ventana y apoyo mis manos en el marco para tomar aire para no asfixiarme. Ni siquiera sé si es una buena o mala noticia.

—¿Qué tiene?—pregunto por su estado aguantándome los fuertes latidos de mi corazón retumbandome en los oídos.

—Lo que tenía antes empeorado por tres.

—¿Dónde estaba?

—Viajando por el mundo. Se escapó del hospital donde yo la ingresé, estaba tan confundida y perdida que se fue, eso lo sabes. Desde entonces ha vivido a su manera, haciendo lo que quería e intentando seguir su vida como pudo.

—¿Y por qué...— trago saliva— ¿Por qué volvió así de repente? Y no me digan que para divorciarse de mí.

Se quedan callados y me giro para encararlos. Noto lo nerviosos que están y no tengo que preguntarlo dos veces para que Bruce me responda.

Ni Que Fuera Por El Destino [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora