Capítulo 27: Mami.

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Maratón 1/5

Dedicado a Abril. Gracias por leer, nena, amo debatir sobre los libros con vos <3

Este capítulo tiene una de mis escenas favoritas, así que disfrútenlo ❤️

Este capítulo tiene una de mis escenas favoritas, así que disfrútenlo ❤️

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—¡Mami!

El pequeño quiere zafarse de los brazos de la rubia con desesperación. Él comienza a llorar y a estirar su brazos hacia mí, yo estoy en un estado de shock del que no puedo salir y la rubia parece aún más impactada viéndome como un fantasma.

Doy un paso atrás y oigo la maldición de Emmie. Mi hijo… es él. Mi pequeñín de ojos grises, cabello negro y piel morena. Siento que voy a ahogarme en el impacto del reencuentro, pero entonces él deja de moverse y pedirle a la rubia que lo suelte para venir conmigo, se queda quieto mirándome y sus lágrimas dejan de salir para mirarme extrañado.

—¿Mami?

Esa palabra que jamás creí escuchar fuera de Aedan o Megan, pero ahí está, ellos no son los únicos que pueden decirme así.

Creo que él siente mi incomodidad y se pega a la rubia asustado, como si no me reconociera. «Mamá» se repite en mi cabeza de forma lejana, como si lo hubiera escuchado miles de veces antes. Duele y mis ojos se cierran.

—Mateo, ven aquí—Emmie cierra la puerta y pasa por mi lado para cargarlo.

—No...mami…

Lo pasa por mi lado y él vuelve a estirar su mano a mí solo rozando mi hombro, me causa una corriente eléctrica y lo observo. Mi cabeza duele con la imagen de un bebé en un carrito mirándome muy atento, esos ojos saltones y brillosos puestos en mí que ahora me observan con intriga, confusión y anhelo.

No lo recuerdo en absoluto y eso me parte por dentro. No lo recuerdo, no lo recuerdo, no lo recuerdo. No recuerdo a mis propios hijos. No, no, no, no…

Debí tomar más pastillas antes de salir o no siquiera salir porque ahora la desesperación se está tomando mi cuerpo y alma.

Emmie lleva al pequeño adentro y llevo mi mano a mi pecho sintiendo que en cualquier momento caeré al suelo. El jadeo de la rubia me hace mirarla en cuanto la puerta se cierra y ella sale del ascensor sin dejar de observarme. Lleva sus manos a su cabeza y luego tapa su boca asombrada. Me repara de arriba abajo y hago lo mismo con ella.

«Seré la mejor cuñada y dama de honor, te lo prometo», un flash de ella con un vestido celeste pastel, un peinado delicado con flores blancas, avasalla mi mente y me veo reflejada con un vestido blanco y un ramo de flores en las manos.

—¿June?— sus ojos brillan con la cristalización de ellos.

—¿Ha... Hanna?—el nombre sale sin siquiera pensarlo.

Veo a Emmie volver a salir y escucho los reclamos del niño desde adentro llamándome con locura. Se nos acerca y con cuidado deja la mano en el brazo de Hanna como si avecinara algo.

Ni Que Fuera Por El Destino [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora