Capítulo 16: De Manchester para allá

8.9K 970 268
                                    

Parpadeo en cuanto despierto y observo a mi alrededor mientras llevo una mano a mi frente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Parpadeo en cuanto despierto y observo a mi alrededor mientras llevo una mano a mi frente. Estoy en una habitación de hospital y...no recuerdo nada.

—Hija—papá estaba sentado en el pequeño sillón junto a la ventana y al verme abrir los ojos se acercó— ¿Cómo estás? ¿Qué necesitas?

—Estoy...—me aclaro la garganta cuando esta está rasposa —bien. Me duele la cabeza— ya es algo normal—. ¿Qué... pasó?

—Te dió una fuerte migraña que te dejó inconsciente— dice con todo su pesar— llevas un día aquí.

Sé que volví a Manchester donde vive mi familia, los visité y hablé con el tío pero, ya no recuerdo más. Saber que llevo lejos de los mellizos todo un día me preocupa.

—¿Los mellizos?

—Están fuera, tu... compañero te llamó cuando estuviste tanto tiempo fuera y le conté, trajo a la enfermera y a tus bebés.

Pensar en que mi familia los vio no me agrada. No quiero que se conozcan y se encariñen. Solo quiero irme a mi casa en Turquía.

La enfermera del hospital entra y me hace un chequeo. Papá parece inquieto como si quisiera preguntarme algo pero no sé animara y presta mucha atención cuando el doctor me pregunta qué es lo último que recuerdo. Entonces respira hondo y cree que no me doy cuenta cuando ambos se alejan para hablar sin que yo escuche.

Pido que alguien haga pasar a Herkus. Papá se va con el doctor y me quedo con mi novio que me abraza con cuidado.

—Estaba tan preocupado— me besa —¿Estás bien?

—Eso creo. ¿Los mellizos?

—Con Freya, quieren verte.

—¿Hay más personas en los pasillos?

—Un par de hombres y una anciana.

—¿Puedes traer a los mellizos? Pero que nadie los vea en lo posible.

Frunce el ceño preocupado y agarra mi mano.

—¿Está todo bien, June?

—Son mi familia pero preferiría que los niños sigan en el anonimato, no quiero que se relacionen— explico y asiente sin juzgarme, por lo menos en voz alta.

Se retira y me acomodo en la cama para recibirlos. Siento como si todo se estuviera complicando, tuve una recaída y está muy claro que fue por volver a verlos, y que algo olvidé. Por eso papá estaba tan preocupado en saber que recordaba antes del desmayo. Ya volveré a saberlo o lo recordaré, pero ahora necesito ver a mis hijos.

Los dos son traídos por mi prometido y vienen conmigo preocupados. Se sientan uno de cada lado y me abrazan.

—¿Estás bien, mami?

—Si, pronto saldré e iremos a casa.

—Quiero visitar aquí como en los otros lugares— propone Aedan y Megan concuerda con él.

Ni Que Fuera Por El Destino [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora