Capítulo 54: El FINAL del reencuentro

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1 mes más tarde

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1 mes más tarde.

Habíamos pasado unas buenas semanas. Freya ya no está en nuestras vidas. Su madre solo apareció una vez para hacerse la víctima y pedir que la sacáramos, pero como no quise empezó a amenazar. No me causó miedo lo que me dijo, solo llamé a mi seguridad y la sacaron de mi propiedad. Restringimos todo acceso a esta persona, los guardaespaldas de los niños saben que no pueden estar cerca de ella y le puse una orden de restricción para asegurarme que no vuelva a aparecer.

Es lógico su desespero, nunca le importamos ni Freya ni yo lo suficiente como para que nos quisiera de verdad. Solo estaba acostumbrada a nosotras y la compañía que sentía de Freya y la idealización que tenía conmigo. No éramos sus hijas, fuimos sus muñecas de compañía. Y ahora se ha quedado sola. Bien, si tanto quería ser libre, pues que lo sea, pero su hija ya no está libre con ella. Y que agradezca que no encontramos nada que pueda involucrarla como su cómplice.

Dicen que después de la tormenta llega la calma y yo creo en eso, semanas después de que el delirio terminara, Jackson y Lucinda decidieron oficializar su relación. Se casarán a finales de septiembre.

Estoy muy feliz por ellos, se merecen todo lo bueno que el universo pueda darles. Y hablando de felicidad, con la partida de la bruja de Juniper, Clarisa y Bruce pudieron arreglar su relación. Papá le fue sincero con todo y ella lo perdonó, después de todo sabemos que no es nada fácil volver a ver después de años a la mujer que te abandonó con una hija.

Papá la invitó a vivir a su casa, Clarisa aún no se decide porque no quiere dejar sola a Gladys, pero tampoco hay mucho que temer. A veces siento que olvidan que nuestras casas están una junto a la otra. En resumen, Emmie y yo seguimos siendo hermanastras.

Hablando de Roma, otros que oficializaron -por fin- su noviazgo fueron Harvey y Emmie. Según me dijo la maldita traidora, ya estaban intentando estar juntos hace semanas antes del juicio, pero no quiso decirme para que me concentre en lo mío. Tuvo razón, ahora no puedo dejar de mensajearlos a los dos para molestarlos. Es que son tan lindos juntos que me hago pis de la ternura que me dan.

—Eres la persona más pesada del mundo— me dijo ella.

—Son mi familia, obviamente que lo soy. Quiero saber todo de todo. Aún espero que me cuentes cómo fue la cita de la otra noche—apoyé mi mentón en mi mano para escuchar el relato con atención.

Suspiró. Habían salido a cenar hace tres días, le presté uno de mis vestidos que le quedó divino y usó unos zapatos blancos que le hacían las piernas super estiradas. Pero no me contó cómo resultó todo. Bueno si, yo estuve internada en la editorial adelantando el trabajo que tenía atrasado y ella estuvo en el consultorio con sus pacientes. Pero ¡No es excusa! Siempre hay momento para el chisme.

Por ejemplo, ahorita mismo. Para algo nos reunimos con nuestras amigas.

—Yo también quiero saber— Lula se acomodó en el sillón y subió los pies al banquillo. Estaba dando de amamantar a su hermosa bebé mientras comía masitas secas.

Ni Que Fuera Por El Destino [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora