Ni Que Fuera Por El Destino [#2]

Capítulo 20: Petición de divorcio

Maratón 3/5

—Estoy muy nervioso. Pero demasiado, de una forma antinatural—dice Fred, caminando de un lado al otro pasándose las manos por el cabello.

Estoy dando clases en la academia y él ha llegado a molestar, como siempre. Le enseño a la chica cómo se hace para que la arcilla se amolde a sus manos y cuando termino voy con Fred fuera del salón para dejar de distraer a los alumnos.

—Faltan tres semanas, pero no sé, no puedo dejar de preocuparme, o sea, se puede adelantar, ¿Verdad?

—Si, pero…

—Tengo todo preparado, el bolso, sus pertenencias, casi dejo encendido el auto todo el día por si tenemos que salir de urgencia.

—¿Puedes calmarte? Me estas estresando—froto mi nariz y él resopla.

—A ti todo te estresa y no, no puedo. Voy a ser padre en quién sabe cuánto tiempo y no sé si estoy preparado, voy a ser fatal— se tira a la silla.

—Ya eres padre y no eres fatal.

—Siempre estoy bromeando con todo, no me tomo nada en serio, ¿Cómo... Cómo voy a ser un buen papá si no sé cómo se hace?

—Si, sabes—me harta su estrés y me cruzo de brazos, él me observa y su cara de preocupación es notoria—, ¿Quién ha criado a Violett conmigo? ¿Quién ha cuidado de Amari? ¿Quién ha estado tras sus sobrinas como si fueran sus hijas propias? Tú. Sabes cómo ser padre, Fred, porque has sido el segundo padre de ellas. Estás entrenado, vas a poder con esto.

Tengo razón en lo que digo, Zander y yo nos esforzamos desde el minuto en que supimos que tendríamos hijos, pero hay veces que Fred ha sido más padre de ellas que nosotros mismos. Él ha sido quién ha viajado a donde sea que estén Zander y Amari solo porque ella tenía un resfriado, él fue quien le llevó los pañuelos y se quedó cuidando de ella hasta que estuvo mejor sin importarle nada. Él fue quien ha educado a Violett conmigo, quién le ha dado todo y le ha enseñado los valores de la vida. Lo vi llorar cuando ella tuvo el accidente y vi sus ojos brillantes cuando Ethan le dijo tío por primera vez. Él es el único que nunca falta a ningún cumpleaños, ningún triunfo, ninguna lágrima de ellas. Él es quién está para mis hijos y los lleva a todos los partidos de básquetbol. Fred es el primer fan de sus sobrinos y si eso no es ser su segundo padre no sé qué es.

Se queda callado mirándome unos segundos hasta que suspira y baja la cabeza.

—Eso ha sido probablemente lo más romántico que me has dicho —murmura—. Sabía que me amabas pero no que estabas tan enamorado de mí.

Rodeé los ojos y bufé.

—Tienes razón, no te tomas nada en serio.

Se ríe y se pone de pie dejando sus manos en mis hombros.

—Tienes razón, hermano, seré el mejor padre del mundo, tanto que tú y Zander quedarán como unos imbéciles. No hay mejor padre que yo. Estoy súper mega preparado— me sacude y le manoteo las manos—. Gracias, cariño. Me has subido el autoestima de una patada.