Ni Que Fuera Por El Destino [#2]

Capítulo 43: ¿y dónde están?

Feliz cumpleaños Johanny 🥳
Te deseo lo mejor de la vida (o sea, un Aaron) ❣️

Me preparo para ir a buscar a los niños. Ha pasado una semana en la que han estado más con él que conmigo. Apenas los he visto. Ni siquiera me ha dejado tener mis tardes con Violett, Ethan y Mateo.

Pasé días y noches buscando las mejores estrategias con mi tío para aplicar en el juzgado, pero lo cierto es que ya no quiero hacer todo esto. No quiero que se los quede, pero tampoco quiero tener que pelear y estar en esta situación tan problemática. Quiero que todo se resuelva lo más rápido y fácil posible. Pero sé que eso no es posible.

Tener de enemigo a Aaron es una pesadilla. Tiene demasiado poder con el que no puedo luchar, y recién vamos una semana. No puedo imaginar cuando estemos a un mes.

Otro tema es Freya, no ha aparecido desde la semana pasada. Me escribió una docena de excusas por día y al final terminó optando por la más "creíble": que consiguió un departamento en el centro y se quedará ahí ya que le queda más cerca de sus clases. Y se me hace muy… oportuno que haya conseguido anotarse en un curso de portugués.

A pesar de todo, he decidido no juzgarla, sé que debe haber una explicación para las teorías de Jasper y Emmie y quiero darle a ella la oportunidad de decirlo antes de hacerle la cruz. Ella ha sido muy importante para mí estos años, ha dado mucho por mis hijos y eso no puedo dejarlo pasar. Si fuera solo yo, tal vez lo pensaría diferente, pero no puedo hacerme la ciega cuando ella ha asistido a Megan en sus crisis y calmado a Aedan cuando se alteraba.

Más no puedo hacer la vista gorda ante la clara situación, desde que Jasper me quitó todos mis medicamentos me siento diferente. Como si la angustia que aplastaba mi pecho se hubiera aliviado y las voces en mi cabeza se callaron. Pero también siento que necesito tomar algo, Jasper no me deja consumir ni un analgésico.

Emmie está totalmente en contra de mis decisiones, no solo esto de Freya, sino de todo lo que piense. Me jodería si no fuera mi mejor amiga. Y justamente por esa razón trato de analizar hasta la mínima cosa que haga, como elegir la mejor papa para pelar, o estar media hora argumentando porque debería escoger el pijama de rayas y no el de osos celestes. Si Emmie, la persona más analítica y lógica del planeta, desconfía de lo que hago, debe tener una razón. Y creo en sus razones. Por muy chiflada que esté.

Cuelgo mi bolso en mi hombro cuando bajo del auto. Aaron se los llevó ayer por la noche a cenar a todos. Toco el lujoso timbre y espero, es fin de semana y si se acostaron tarde anoche probablemente estén adormilados ahora.

Pasan unos cuantos minutos y vuelvo a tocar, asomo mi cabeza por los cristales junto a la puerta, no puedo ver nada y salgo del porche después de volver a tocar timbre seguido de golpes en la puerta. Las ventanas de arriba están cerradas. No puede ser que no estén en casa, al menos que se hayan ido a almorzar. Pero Aaron sabía que vendría. Él es poco comunicativo conmigo, pero yo le informo todo.