05 - Abu Dhabi a Doha

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Tenía mis cosas listas. En un rato salíamos para Doha, eran dos horas y pico de vuelo. Nos subimos al avión y entramos por el pasillo, delante mio estaba Ota grabando un video haciendo que los chicos saludaran y sonrieran. Estaban todos super emocionados, eso se notaba en sus caras de feliz cumpleaños. Lean iba atrás mío con su valija y una mano en mi hombro.

— Saluden wacho lo estamo filmando -canturreo Ota filmando a los chicos que se estaban instalando adelante nuestro-

Cuti se puso a saludar cual nene con carita de inocente, me causó mucha gracias. Ibamos a ir al final de todo el avión con los más veteranos, los del fondo. Mi idea era sentarme con Lean como siempre. Noté que Enzo se sentó con Molina y adelante de ellos estaban Licha y Cuti. Cuando mis ojos se cruzaron con los de Enzo solto una risita dejando ver sus blancos dientes.

— Y vos a donde te vas? -dijo Licha mirandome y sacandome de mi trance con el pendejo ese-

— Al fondo -me encogi de hombros-. Ustedes ya me cambiaron, pusieron el equipo de mate en mi lugar -tenian el equipo en el asiento del medio-.

— Se va al fondo conmigo wacho -se rio Lean y volvio a empujarme mientras Cuti se reía-

Enzo estaba en el asiento del pasillo, cuando pasamos por alado de el senti un mano acariciar mi muslo, lo mire y le di un tape en la cabeza despeinandolo. Haciendo que Lean y Molina se rieran. Enzo solo se reía, pero tenia una sonrisa como de nene inocente que dice que no hizo macana.

— Epaa! -se río Lean cargandolo-. Saca la mano Antonio -empezó a cantar haciendo que me ria-

Caminamos hasta el fondo y nos sentamos. Me puse los auriculares porque queria dormir un rato pero Lean preparo mate asi que no pude dormir.

— Siempre es así de denso? -le pregunte cuando me paso el mate-

— Enzo? -asentí-. Si, un poco -se rio-. Va muy de frente el negro, a veces se sarpa pero no lo hace de malo, solo es pendejo todavía -se encogió de hombros-. Pero de que te tiene ganas, te tiene ganas, eso se le re nota

— Si no fuera gallina... -susurre y Lean me miró sorprendido- Lean, papi, esta re fuerte el pelotudo ese, pero es gallina y re denso -me rei-

-negó con la cabeza y se acerco como si me tuviera que revelar el secreto de la vida eterna-. Te tiene loquita no? Yo sé que él fue el último en irse ayer -me miró acusatoriamente-. Contame qué paso -cebo un mate para él-

— No paso nada tarado -me rei-. Solo me ayudo a ordenar el quilombo que ustedes hicieron

— Que raro, él núnca hace esas cosas -me guiño el ojo-

— Ya! -me rei y le di en la cabeza con mi almohada-. Le dijiste a Cami lo de anoche? -refiriendome al beso-

— Si le expliqué -terminando de tomar su mate-. Primero me cago a pedos y después entendió que eras vos -se rió-. Sabe que es como besar una almohada y que fue un reto

— Menos mal -me reí-

Cami era mi amiga y adoraba a sus bebés, eran como mis sobrinos, pero ella sabía que entre Lean y yo nunca iba a pasar nada. Aunque al principio costo un poco.

Nos quedamos a hablando un rato, después se pusieron a jugar al truco los veteranos y empezaron a venir todos. Yo estaba sentada en el asiento de la ventana mirando las nubes completamente en un viaje, no prestando mucha atencion a que del otro lado del pasillo Lean, Rodri, Di Maria, Messi, Papu y Ota estaban jugando al truco. Solo me percaté de que Lean no estaba conmigo cuando una sombra se sento a mi lado.

— Dejá de pensar tanto en mi que me vas a gastar -susurro una voz conocida en mi oído-

Cada vez que me susurraba al oído sentía un cosquilleo por todo el cuerpo. Qué mierda me estás haciendo Enzo Fernández?

— No me gusta pensar en cosas feas -volteo mi rostro para verlo, estaba demasiado cerca, haciéndome sentir algo nerviosa-

-paso su lengua por los labios y sonrió victorioso-. Te pusiste nerviosa?

— Nerviosa con vos? -me reí sarcástica-. Ni que fueras Neymar pa -dije lo más segura que pude, al parecer funcionó porque frunció el ceño-. Qué pasó? Te dolió?

— No seas mala con mi pobre corazón -puso una mano en su pecho-. Que late por vos negrita

— No puede ser -me reí-. Y eso se supone es un chamullo o algo así? -agarre el equipo de mate que había dejado Lean y me puse a tomar-

— No es chamullo, es la verdad -se encogió de hombros y se recostó en el asiento-

— Mejor cállate y tomá -le pase un mate para que tome y seguí mirando por la ventana-

-aceptó el mate y me pidió que le pase el termo-. Dame yo cebo -ni lenta ni perezosa se lo pase-

Tomamos mate en silencio mientras veíamos y escuchábamos a los chicos gritar en la partida. El avión era un quilombo, estaba todos re manija.
En un momento le llega un mensaje de alguien, pero me llamo la atención su fondo de pantalla, una beba hermosa.

— Es tu hija? -pregunte casi sin pensar mientras tomaba el mate que me había pasado-

— Si -se le formó una sonrisa hermosa en la cara solo de ver la foto de la beba, levanto la vista para verme a los ojos-. Se llama Olivia -se acercó a mi para mostrarme la foto-

— Es una lindura -sonrei mirando las fotos-. Se parece a la mamá no? -me reí molestando-

— Ey -se río-.

— Tiene tu sonrisa al menos -me reí para molestarlo, era cierto, pero se parecía muchísimo a él en realidad-. Cuanto tiene?

— Dos años -miraba la foto con algo de nostalgia-

— Van a venir? -al parecer hacia un tiempo no la veía-

— Si, hace mucho no la veo -suspiro y me miró-. La extraño mucho -sus ojos se llenaron de un brillo diferente-

— Es súper raro verte así -me reí-. El mujeriego chamullador todo tierno por su hija

— No soy chamullador ni mujeriego -sonrio bajando la vista, parecía sonrojado-. Oli es mi otra debilidad -se encogió de hombros-.

— Tiene suerte de tener un papá que la quiera tanto -sonrei, me causo tanta ternura-. Ya vas a tener la oportunidad de tenerla en tus brazos -acaricie uno de sus brazos y palme su hombro-.

— Te la voy a presentar -sonrio volviendo a cebar el mate-.

— Dijiste que era tu "otra" debilidad -los mire- cuál es la otra debilidad que tenés? El chamullo? -me reí agarrando el mate-

— Vos negrita -me miro guiñando un ojos-

-me reí-. Ya empezamos! Te pones infumable Enzo -los empuje un poco por los hombros volviendo a mirar por la ventana-

— Admití que te encanta nena -susurro en mi oído-

— Primero -levante un dedo contando y mirandolo-. Solo Ney, Lean, Licha, Cuti y Messi pueden decirme nena, vos no tenes ese privilegio, todavía falta nivel de confianza -me reí mirándolo-. Y segundo, no voy a admitir nada que sea mentira -le pase el mate que me había dado-

— Que tengo que hacer para contar con ese privilegio -sonrio coqueto-. Con el privilegio de Neymar más que nada -rio coqueto cuando le di un golpe en el hombro-

~~
Me desperté sintiendo mi rostro recostado en algo firme, y un perfume riquísimo que no lograba reconocer. Abrí los ojos lentamente y me encontré recostada en el pecho de Enzo, con mi mano en su pecho y la otra sobre su pierna. Él estaba completamente dormido, su cabeza estaba levemente inclinada hacia atrás en el respaldo y hacia mi costado. Su brazo derecho rodeaba mi cuerpo hasta descansar su mano sobre mi cadera, y su otra mano descansaba en su pierna, el había entrelazado sus dedos con mi mano. Se veía tan pacífico, tan tranquilo. Me incorporé con cuidado para no despertarlo y me incline hacia la ventana para ver afuera.
Cada tanto lo veía, se veía tan bien dormido, la forma en que si pecho subía y bajaba, que su respiración se hacía profunda. Por algún motivo todo llamaba mi atención.

No pude resistirme y volví a mi posición anterior, realmente era cómodo y su perfume era casi adictico.

Fisio | Enzo FernándezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora