Fisio | Enzo Fernández

42 - Te quiero

Después de comer y boludear un rato festejando como corresponde, a eso de las 2am, yo estaba que me dormía sentada, y a las 6:30am salía el avión que nos llevaría otra vez a Argentina. Así que me acerque a Enzo y le avisé que yo me iba a mimir porque estaba que me moría del sueño.

Al llegar a la pieza puse mi teléfono a cargar y me cambié poniéndome mi pijama de Stitch y me metí a la cama, estaba re muerta, pero demasiado feliz y emocionada, a cada rato tenía ganas de llorar. No sé cuánto tiempo pasó pero senti unos brazos rodear mi cuerpo un rato después, estaba medio dormida ya, así que supiste que era Enzo así que seguí durmiendo. Sintiendo su calor, su perfume, sus caricias, su respiración en mi nuca, y esa seguridad que sentía al estar en sus brazos.

Por favor no me sueltes nunca...

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En Argentina nací,
Tierra de Diego y Lionel
De los pibes de Malvinas
Que jamás olvidaré
No te lo puedo explicar,
Porque no vas a entender
La final con Alemania,
Ocho años la lloré.
Pero eso se terminó
Porque este año en Qatar
La final con los franceses la volvió a ganar papá

Muchachos!
Ahora solo queda festejar.
Ya ganamos la tercera,
Ya somos campeón mundial.
Y al Diego!
Le decimos que descance en paz
Con don Diego y con la Tota
Por toda la eternidad.

En el avión de camino a Argentina se escuchaba está nueva versión de muchachos que los mismos chicos habían inventado. Seguian a full festejando, y se lo tenían más que merecido, a pesar de haber dormido solo 3 o 4 horas. Pero la felicidad que sentíamos en ese momento nos hacía olvidar todo el resto.

Este vuelo había hecho una escala en Roma, después iríamos directo a Buenos Aires para bajar en Ezeiza e ir directamente al predio de la AFA que estaba a solo unos minutos.

Estaba algo cansada de tanto barullo así que salí de mi asiento junto a Enzo, que estaba a full cantando, agarre mi equipo de mate que estaba tomando y me fue al sector donde estaban el resto del plantel y el Chiqui. Me senté en un asiento que había vacío mirando hacia afuera, hacia el cielo estrellado que la ventanilla me permitía admirar. Estuve un rato ahí, pensando, medio que volando en mis pensamientos en todos lo que había estado pasando estas semanas.

Me levanté y note que Scaloni estaba solo en su asiento así que me acerqué.
Me senté y el me miró sonriendo.

- Todo bien? -sonrio como siempre, se notaba que estaba felíz-

- Si -asenti sonriendo y mirando al asiento de enfrente-. Te puedo preguntar algo? -lo mire-

- Decime...

- Por qué yo? -gire un poco mi cuerpo hacia él para mirarlo mejor-. Por qué me elegiste a mi de entre tantos candidatos? -empece a cebar el mate para compartilo con el jefe-

-en su rostro se formó una pequeña sonrisa algo melancólica, mientras agarraba el mate que le pase-. Cuando estábamos buscando alguien para completar el staff tenía un montón de carpetas y estaba algo agobiado, faltaban como 4 meses para que arranque el mundial y nos faltaba gente -me miró-. Y como es costumbre siempre buscábamos hombres viste? -se encogió de hombros-. Hasta que a Aymar se le ocurrió mirar en el plantel femenino, y sacó algunas opciones -se rió-. Yo le dije que estaba loco, pero que iba a mirar los currículums y los historiales -me miró-. El tuyo me llamó la atención, tenías muchas especializaciones hechas en clubes importantes de Europa y apenas te recibiste empezaste a trabajar en el PSG, que es mucho, pero... -arqueo una ceja y sonrió-. Había algo más que se me hacía familiar en vos