Fisio | Enzo Fernández

38 - Última vez?

- Tomá -dijo terminando de quitarle el papel aluminio a un bombón Ferrero-

- Es el último? -lo agarré y pregunté sentada en el regazo de Enzo, él estaba de indiecito sobre la cama y yo con mis piernas a los costados de su cuerpo-

- Si -sonrio mirándome-

- Comelo vos entonces, yo ya comí un montón de este -me reí y lo acerque a su boca-

- Segura? -me miro arqueando una ceja mientras sus brazos rodeaban mi cuerpo-

- Si -asenti acercando el bombón más a su boca. Mordió el bombón a la mitad haciendo que un pedacito de el relleno caiga en mi escote-. Enzo! -me reí-. No era para que lo muerdas -mire mi escote-

- Tranca, yo lo limpio -se acercó a mi y pasó su lengua lentamente por donde había caído el chocolate, haciendo que me muerda el labio-

- Lo hiciste a propósito no? -me reí mirándolo-

- No, te juro que no -se rio con cara de inocente-. Pero me salió bien igual -se rio y me dió un besito-. Come la otra mitad vos gorda -beso mi hombro abrazándome-

- Sin vergüenza -me reí y lo miré-. Abrí la boca -arqueo una ceja mirandome-. Dale, no seas maraca -me reí y él me apretó la pierna, y abrió su boca, le di el resto del bombón y cuando cerró la boca le di un besito-. Ya vamos a mirar la película o no? -me reí-

- Si ya -dijo terminando de tragar el bombón-. Solo porque parece interesante -me abrazo más fuerte y se arrastro por las cama conmigo encima hasta llevar a recostar su espada en la pared-

Me acomodé entre sus piernas con la espalda en su pecho, apoye mis manos sobre sus piernas y mi cabeza en su hombro izquierdo. La película era la última de La Purga, la de la purga por siempre o algo así. Estas películas me encantaban, así que por primera vez tenía ganas de terminar de ver la peli.
Mientras la veíamos había caricias, besos, susurros y poco a poco estábamos empezando a calentarnos.

- Enzo... -susurre en un suspiro mientras besaba mi cuello. Me levanté y me senté en sus piernas-. Vamos a la ducha -me mordí el labio mirándolo a los ojos-

- Querés que te garche en la ducha atrevida? -se mordió el labio acariciando mi cola-.

- Si -susurre sobre sus labios-. Cogeme en la ducha Fernández -mordi su labio y le comí la boca moviéndome sobre su ya exitado miembro-

- Mamita -jadeo en el besos-. Cómo me pones cuando me hablas así morocha -apretó mi cola- A la ducha, dale -me nalgueo, me mordí el labio levantándome de la cama. Fui a la mesita de luz a buscar algo-. Que estás buscando ahora? -saqué el lubricante que había traído la otra vez y se la mostré, él se mordió el labio-.

Me reí, agarré un forro también y me fui corriendo al baño dejándolo en la cama. Él me siguió y me abrazó por la espalda besando mi cuello con besos lentos y húmedos, mientras una mano subía por encima del vestido lencero hasta mis pechos para apretarlos, y la otra menos hasta mi cuello, tomándome de el y apretandome un poco.

- Me estás volviendo loco -susurro en mi oído-

-movi mi cadera hacia atrás pegando mi cola a si bulto-. Vos ya me volviste loca -me mordí el labio al sentir lo excitado que estaba-

Voltee mi cuerpo y le comí la boca unos segundos. Me separé para abrir la ducha y mientras el agua corría me quite lentamente el vestido quedando solo en tanga. Mordió su labio mirándome de arriba a abajo. Me acerque a él y acaricié su pecho y subí por su hombro para abrazarlo por el cuello y comerle la boca, mientras sus manos recorrían mi espalda, mi cola, estirando un poco los bordes de la tanga para bajarla lentamente con sus dedos. Dejé el forro y el lubricante alado de dónde dejaba el shampoo.