Fisio | Enzo Fernández

56 - Mudanza

~ Una semana después ~

En mi piel sentía perfectamente la suave caricia de las sábanas de seda que tenía puesta la cama. Mi cuerpo completamente desnudo apreciaba la suavidad de las sábanas que rodeaban mi cuerpo.

Unos besos en mi cuello y hombros se hicieron presentes, haciéndome suspirar y sonreír. Esos besos empezaron a bajar hasta mis pechos...

- Buenos días -susurre abriendo un poco los ojos para acariciar el cabello de Enzo-

- Buenos días mi amor -sonrio y subió con sus beso hasta mis labios-. Cómo durmió en bombón más rico del mundo? -sus manos acariciaron mi cola por encima de las sábanas-

- Demasiado bien -me rei y le di un besito-. Y el papi más sexy como durmió? -acaricié su cabello y bese su cuello-

- Perfecto -sonrio y me miro a los ojos-. Estás emocionada?

- Mucho -lo tome de las mejillas y le di un besito-.

- Nos vamos a nuestra casa -sonrio y se mordió el labio-

- Nuestro nidito de amor -sonrei y nos volvimos a besar-

Había sido nuestra última noche en el departamento, y nos habíamos despedido de el como corresponde, cogiendo a lo loco.

Hoy nos íbamos a mudar definitivamente a la casa nueva. Teníamos todo lo que nos falta guardado en el auto, lo único que teníamos que comprar era un par de focos y un juego de sábanas, que íbamos a comprar en IKEA antes de ir a la casa. El resto ya estaba todo instalado y listo.

Olivia hoy iba a pasar el día con Valen y Erick para que nosotros podamos hacer la mudanza más tranquilos.

Nos levantamos, nos dimos una ducha, y mientras él hacia el mate yo terminé de guardar las cosas que nos faltaban que eran cosas mínimas que habíamos usado ahora.

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El IKEA nos quedaba de paso, amaba entrar a ese lugar, había demasiadas cosas y quedaba loca. Ya teníamos los focos que nos faltaban, y me puse a ver los juegos de sábanas que necesitábamos, necesitábamos tres juegos.
Enzo se alejó un poco con el mate mirando unas cosas para la habitación de Oli y para el barcito que teníamos pensado hacer. Yo me quedé mirando las sábanas hasta que se acercó un chico, no estaba segura si trabajaba a ahí o que.

- Necesitas que te ayude con algo? -preguntó sonriendo y acercándose-

- No gracias, estoy bien -sonrei-. Solo estoy tratando de decidirme que sábana llevar -me reí-

- Soy experto en sábanas -se acercó con una sonrisa diferente. Estaba tratando de chamullar y eso se notaba-. Puedo decirte cuál es la más suave -me guiño el ojo-

-me re-. Okay, acepto tu ayuda -Si supieras que a dos metros está el hombre más celoso del mundo tendrías cuidado-

No sé si el tipo trabajaba ahí o solo se hacía el interesante, pero me mostró un montón de sábanas y me hizo tocarlas y sentirlas, tiró algunos comentarios pedorros, e intentos de chamullo pero se estaba yendo un poco de las manos porque se empezaba a acercarse mucho invadiendo mi preciado espacio personal.

- Maggie -Enzo se acercó con algo en la mano, al parecer era una decoración infantil-. Mira esto... -cuando llegó a mi lado notó mi cara de incomodidad enseguida y al hombre muy cerca mío-. Y vos qué? -lo miro con un tono serio de vos, su tono de "estás en terreno ajeno amigo"-

- Estoy ayudando a la señorita a elegir sábanas -sonrio como no entiendo nada-. Una mujer tan hermosa no puede andar sola por acá -me miro y me guiño el ojo, yo sonreí algo incómoda, sabía lo que se venía-