Fisio | Enzo Fernández

09 - De paseo

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— Dale vamos -me dijo Lean, que se había recatado un poco-. Ya es tarde y tomaste mucho enana

— No quiero -hice puchero-. Aparte vos tampoco estás muy bien -me reí, tenía algo de hipo por el alcohol-. No podés llevarme a ningún lado

— Dejá yo la llevo -apareció Enzo que claramente estaba mejor que los dos-

— A dónde me vas a llevar vos? -lo mire y me recosté en su pecho-

— A dormir vas a ir -dijo Lean sonriendo-. A dormir eh -señalo a Enzo que solo sonrió asintiendo-

— Yo no quiero dormir -hice puchero-. Un ratito más -me puse a dibujar con mi dedo sobre el pecho de Enzo-

— No, ya es muy tarde y vos estás demasiado tomada negrita -sonriendo súper calmo y abrazándome por la cintura-

— Ufa! -me queje cuál nena berrinchuda y me cruce de brazos-

— Dejá de ser tan caprichosa -me levantó del suelo y puse mis piernas en su cintura-. Y haceme caso

-suspire y dejé que me llevara, recosté mi cabeza en su hombro disfrutando de su perfume, con mis manos alrededor de su cuello-. Que lindo que sos -susurre sonriendo-

— Lastima que me lo digas estando ebria -escuche que murmuro llevándome a su habitación-

Pasó la tarjeta por la perilla de la puerta para abrirla, y entramos. Cerró la puerta con su pie y se dirigió derecho a la cama. Me recostó en la cama y encendió la luz de la lámpara.

— Por qué me trajiste a tu cama? -pregunte algo adormilada mientras veía que me sacaba la zapatilla-

— Porque no tengo la tarjeta de tu habitación -sonrio tranquilo y se sentó alado mío-. Y estando acá puedo cuidarte mejor -acaricio mi cabello-

— Gracias -susurre abrazándolo por la cintura-.

— De nada linda sentía sus leves caricias en mi cabello-. Querés cambiarte de ropa?

— Si -me senté en la cama algo mareada-

-el se levantó y fui a su valija para sacar algo de ropa, saco un short de fútbol de esos truchitos finos y una camiseta de river-. Toma -se sentí con una sonrisita-

— En serio? -mire la camiseta, me reí-

— Dale -hizo puchero-. Cumplime el capricho negrita -hico ojitos-

— Bueno, solo porque me estás cuidando -me levanté medio mareada de la cama y el me sostuvo ayudándome a llegar al baño-

— Vas a poder sola? -pregunto cuando cerré la puerta-

— Si -me rei, y me saque el vestido torpemente y me puse la ropa que el me dió-. Contento? -le pregunté cuando salí tambaleándome-

— Una banda -se rio y me volvió a levantar para llevarme a la cama-

Me acostó en la cama y se fue al baño el, salió segundos después sin remera y con un short parecido al que me había dado a mi. Encendió el aire en 23° y se acostó alado mío, quedando los dos frente a frente.

— Pensé que ibas a volver a la joda -murmure-

— No voy a dejarte sola negrita -se acercó y puso su mano en mi cintura-

Sonreí y me acerqué a su pecho recostandome en él. Gracias, susurre mientras el rodeaba mi cuerpo con sus fuertes brazos.

— Pecho frío -me reí cerrando los ojos, subiendo mi mano de su pecho a su cuello-