Fisio | Enzo Fernández

22 - Ya es tarde

Después de la cena me duche y me puse mi pijama de morley de color gris, un top de tirantes y un short cachetero. La tela era bien finita así que estaba súper cómoda y fresca.
Me puse a buscar una peli para mirar, Enzo iba a venir después de ducharse, al menos eso me había dicho.

No sabía que poner así que recurrí a lo de siempre, los clásicos de Marvel. Puse la primera de Ironman y la dejé en pausa mientras me ponía a acomodar un poco mi ropa. Hasta que 20 minutos después la puerta se abre. Me incorporé y vi entrar a Enzo con una bolsita en la mano. Short de fútbol, remera sin mangas que me dejaban ver sus perfectos y marcados brazos y el pelo húmedo.

- Que trajiste? -pregunte apenas entró-

- "Hola morocho hermoso, te extrañé. Cómo estás?" -dijo en un tono de reproché-. Solo te interesa la comida -hizo puchero mientras cerraba la puerta detrás de él-

-me reí-. Tarado -me acerqué y lo bese-. Hola morocho hermoso, te extrañe -mordi su labio y volví a besarlo-. Ahora sí, que trajiste? -me rei muriéndome de intriga-

- Negra forra -me beso y me dió la bolsa y se tiró en la cama-

Abrí la bolsa para mirar adentro y había una cajita de Ferrero Rocher. De dónde carajo sacó esto el pendejo? Me mordí el labio, amo estos bombones.

- Y? Me porté bien? -sonrio mirándome de manera coqueta, con los brazos cruzados debajo de su cabeza, haciendo que se marquen sus músculos-

- Demasiado -me mordí el labio mirándolo, me acerque y me agaché sobre la cama para estar a su altura, le di un beso lento y después baje a su cuello, sentí su mano en mi cola, acariciandola de arriba hacia abajo apretandola suavemente-.

- Puedo elegir la peli entonces? -dijo en un susurro con la voz algo ronca-

- Si -me reí y mordí su hombro y me incorporé para caminar al otro lado de la cama-. Que querés tomar? -él acerqué a la mini heladera que tenía y la abrí para ver qué había, agua y cerveza-. Agua y birra tengo -me reí-

- Agua nomás morocha -dijo concentrado buscando una película-

Agarre dos botellitas de agua y volví a la cama recostando mi espalda en la pared co la cajita de ferreros en la mano. Pasó si brazo derecho por mis hombros y me acercó a él, puso una película de terror, cómo era de esperarse.

- Che... -levante la vista para verlo cuando habló-. De qué estabas hablando con Cuti?

-suspire-. De nosotros -me mordí el labio nerviosa y baje la vista a la cajita de bombones para abrirla-

-solto una pequeña risita y sentí que acarició mi brazos con su mano derecha-. Y que le dijiste? -bajo la vista para verme-

- Nada muy importante -me encogi de hombros-. Al parecer todo el mundo se dió cuenta ya -me reí mirándolo-. Él solo esperaba que yo se lo contará -saque uno y me puse a abrirlo-

-se rió- Si, al parecer si, los pibes no dejan de joderme en cada entreno -bajo la vista para verme-. La araña me alcahuetio, les dijo que desaparezco a la noche -los dos nos reímos-

- Que botón -me reí y lo miré-. El Cuti y Lean en realidad están como preocupados -mordi medio bombón llevándome la avellana del medio, y le ofrecí la otra mitad a él-

- Por? -me miro sin entender y acepto el bombón rozando mis dedos son sus labios sonriendo-

-me mordí el labio sonriendo-. No quieren que me enganche con vos -me encogi de hombro y volví a mirar la cajita-

-senti que se acercó a mi oído-. Estás enganchada conmigo? -susurro y me beso en el cuello lentamente-.

- No sé Enzo -cerre los ojos al sentir sus besos-