Fisio | Enzo Fernández

68 - Hogar dulce hogar

Nos acomodamos en el avión los tres, volvíamos a estar en esos cubículos tan cómodos que tenía la clase ejecutiva. Oli estaba algo chinchuda, había dormido poco, era de madrugada prácticamente, eran las 6 de la mañana.

Se recostó en el pecho de su papá abrazándolo fuerte, tenía cara de chinche, haciendo puchero y frunciendo el ceño por el sueño, y así se veía súper tierna, recosté mi cabeza en el hombro de Enzo y ella puso su manito en mi frente para empujarme.

- No -me empujó haciendo puchero y abrazando más a su papá-

- Olivia, no hagas eso -le "retó" Enzo, pero con voz suave-.

- Oli, ¿No me vas a prestar a papi un ratito? -la mire y ella negó frunciendo el ceño y abrazándolo fuerte-

- Oli, no seas mala hija -la abrazó y beso su cabeza-

- Dejala amor, está cansadita y se pone chinchuda -me reí y acomodé su ropita-. Igual que su papá -yo mire y el hizo puchero haciéndome reír otra vez-. ¿Ves? No lo podés negar -le di un besito rápido en los labios sin que Oli escuche-

- Si, ya se -se rió y miro a Oli para acariciar su cabecita, ella estaba empezando a dormirse-. Pero no tiene que hacer eso, no quiero que se acostumbre a hacer berrinche -me miró-

- Está bien cielo, ya va a aprender -recoste mi cabeza en el hombro de Enzo, Oli al parecer se había dormido-

Enzo dejo un beso en mi frente y en la cabeza de Oli y nos acomodamos para dormir los dos, estábamos muertos de cansados y teníamos 14hs de vuelo más o menos.

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Me desperté sintiendo besitos en la frente, no se cuántas horas después, pero ya era de día. Al abrir los ojos me encontré con una sonriente y risueña Olivia, al parecer ya estaba de mejor humor.

- Buenia! -dijo riendo y tirándose encima mío-

- Buen día princesa -me reí y la abracé-. Parece que alguien se despertó de mejor humor -mire a Enzo y él se rió-

- Si, ya durmió en sus horas -sonrio y acaricio su pelo-.

- Desaduno -aplaudio sonriendo y sentandose en mi regazo-

- ¿Tenés hambre amor? -preguntó Enzo mientras yo acariciaba su cabello-

- Shi -dijo entre risitas mordiendose un dedito-

- Ahora ya traen el desayuno hermosa -le di un besito en la cabeza y miré a Enzo-. Buen día mi amor -me reí-

- Buen día hermosa -me dió un piquito-.

- ¿Qué hora es? -pregunte volviendo mi atención a Oli que jugaba con un peluche-. ¿Cuánto falta todavía?

- Son las 12:30, todavía nos faltan unas 8 horas creo -se rio y se recostó en el asiento y suspiro-. Hay para rato -me miro-

Me puse a jugar con Oli que estaba de mejor humor, mientras esperábamos el almuerzo para esa hora, el desayuno nos lo habíamos perdido por lo visto. Enzo se quedó medio dormido un rato después de que Oli y yo nos pusimos a jugar, estaba cansado y dudo que haya podido dormir bien durante la noche. Así que iba a dejarlo hasta que trajeran el almuerzo.

Cuando trajeron el menú del almuerzo, si, ventaja de la clase ejecutiva es que la comida es de menú, Oli y yo elegimos para comer juntas, yo no tenía mucha hambre así que íbamos a comer del mismo plato, y elegí para Enzo algo con carne porque no vive sin carne el señor.

- Amor -susurre moviendolo un poco mientras Oli seguía sentaba en mi regazo con su chupete en la boca-. Amor despertate -me reí cuando se removió en el asiento y no se despertó-