41 - Campeones del mundo

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Llegamos al hotel y bajamos festejando, saltando bailando, seguíamos de joda. Enzo había pasado los últimos 5 minutos conmigo abajo, simplemente abrazados, sin decir nada así que bajamos del micro conmigo subida a su espalda.

Yo estaba muerta, eran las 1am, ya casi no tenía voz, tenía alta lija y ganas de bañarme. Enzo me llevo saltando y festejando hasta mi habitación y entró conmigo.

— Te vas a pegar un baño? -preguntó sentandose en mi cama-

— Sip, no me aguanto más -me reí buscando ropa-. Estoy toda mojada gracias a la jodita de Dibu

-se mordió el labio mirándome-. Te ves tremenda igual así, toda mojada -sonrio-

-negue y me senté alado suyo en la cama-. No me vas a dejar de chamullar? -me reí-

— No -sonrio negando y pasó su brazo poro cintura para pegarme a él-. Con vos no es chamullo -me dió un beso corto-. No nos sacamos ninguna foto negrita, los dos solos

— No -me reí y lo abrace por la cintura-. Saca una con tu celu ahora -le di un besito en la mejilla-

— Dale -metio la mano en el bolsillo para sacar el celu y encendió la camara-

Con su brazo me acercó más a él y los dos sonreimos cuando tomo la foto, yo con mi cabeza en el hueco entre si cuello y su hombro, abrazándolo por la cintura. Después él me miró bajando la vista y sonriendo haciendo que yo también lo mire y sonríe como boba, me beso lentamente, lo tomé del cuello para disfrutar de sus labios. Porque los iba a extrañar. Su brazo izquierdo subió un poco abrazándome por los hombros para acercarme más a él. Cuando nos separamos recién bajo el brazo derecho que tenía el teléfono en la mano.

— Después me la pasas? -susurre sobre su labios cuando apenas nos habíamos separado-

— Si -susurro de la misma forma y volvió a darme un beso-.

— Bueno, me voy a bañar -me reí y me levanté de su lado-

Pero antes de poder avanzar me jaló de la remera haciendo que me quedé sentada en sus piernas y me beso, fue un beso tan lento, suave pero alismo tiempo lleno de deseo. Nos separamos después de unos minutos cuando empezamos a sentir que nos faltaba el aire, apoye mi frente con la suya y me reí.

— Basta Enzo -me reí y él también-

— No puedo -hizo puchero-. Te vas a ir y esa boquita me va a hacer falta después -mordió mi labio y me volvió a besar, lentamente-

Este besos se sentía casi como una despedida. Cuando nos separamos apoye mi frente en la suya ya que ahora estaba un poco más alta por estar sentada en sus piernas.

— No pensemos en eso ahora sí? -bese su frente y lo abracé-. Somos campeones del mundo y hay que festejar -lo tome de las mejillas para hacer que me mire-

— Tenés razón -me regalo esa hermosa sonrisa que siempre lo caracterizaba y no pude evitar morderme los labios-. Que? -se rio sin entender-

— Que hermosa sonrisa que tenés pendejo -le comí la boca y me levanté sino todo se iba a descontrolar-. Bueno, me voy a bañar -lo miré-. Vos también anda a ducharte, estás todo chivado -me reí-

Se rio y se levantó de la cama para plantarme otro beso e irse por la puerta. Antes de que se fuera aproveché y le di una nalgada a propósito. Él me miro arqueando una ceja sorprendido.

— Atrevida -hizo voz finita haciéndose el ofendido-

— No soy la única con buena colita -me mordí el labio y me reí. Tenía tremendo traste el wacho-

Fisio | Enzo FernándezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora