Fisio | Enzo Fernández

71 - Feliz Dia del Padre

Las semanas seguían pasando, llegó junio y con eso el Día del Padre. Aunque faltaban dos semanas todavía, yo quería preparar algo especial para Enzo, después de lo que hizo por mi cumpleaños quería preparar algo que lo haga sentir así como él me hizo sentir ese día.

Esa mañana me desperté sin Enzo en la cama, él se había ido a trabajar, yo tenía licencia unos días porque me sentía bastante mal. Había estado estos días con dolores en el cuerpo, dolores de cabeza, me sentía cansada, cómo si estuviera a punto de engriparme, tenía mucho trabajo, mucho estrés y mi cuerpo no podía más.

Me levanté para ir al baño y sentí un terrible mareo, tube que agarrarme de la cama para no caerme y aparecieron de golpe unas náuseas súper fuertes, termine vomitando en el baño. Mierda, ¿Y ahora qué me pasa? Pensé.

Me lave los dientes, me di una ducha para relajarme y me cambié. Seguía sintiéndome super cansada, mareada y con náuseas. Cuando me estaba vistiendo sentí que mis pechos estaban súper sensibles y me acordé que Enzo me dijo estos días que estaban más grandes.

Ay no... Agarré mi teléfono para mirar mi calendario, al que no le había prestado atención estos días. Tenía un retraso bastante largo. Los síntomas coincidían con los de un embarazo, pero hasta que no me hiciera un test no iba a saberlo. Me vestí y me fui directo a la farmacia, me pare frente al estante de los test de embarazo y mis manos y mis piernas temblaban, habían muchas marcas y modelos diferentes. Estaba a punto de entrar en pánico.

Agarre un test de cada marca que encontré, en total me lleve como seis, necesitaba estar segura. Llegué a casa con todo el cuerpo temblando, estaba nerviosa. ¿Y si estaba embarazada? ¿Que iba a pasar ahora? Tomé coraje y con las manos temblorosas me meto en el baño para hacer los test. Seguí las instrucciones de cada uno al pie de la letra y salí del baño para esperar el tiempo que tenía que esperar.
Caminaba de un lado a otro en la habitación, tenía miedo, estaba nerviosa, ansiosa, emocionada e ilusionada al mismo tiempo.

Pasaron los minutos y entre al baño para ver los test... Primero, dos rayitas, positivo. Segundo, dos rayitas, positivo. Tercero, dos rayitas, positivo. Cuarto, dos rayitas, positivos. Quinto, dos rayitas, positivo. Y sexto, dos rayitas, positivo. Seis test de embarazos, los seis salieron positivos.

Me senté en la cama mirando los test, con lágrimas en los ojos, me largue a llorar, estaba embarazada de Enzo y me sentía muy feliz, y al mismo tiempo estaba asustada, tengo miedo de perder otro bebé.

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Dos semanas habían pasado, me había guardado el secreto de mi embarazo porque quería darle la noticia el Día del Padre. Aunque era difícil porque los síntomas eran cada vez más evidentes para mí. Pero Enzo tenía muchos partidos y mucho trabajo así que no se iba a dar cuenta muy fácil.

Ese domingo, era el Día del Padre. Estaba emocionada, feliz y super ansiosa.

- Buenos días papi -susurre y empecé a darle besitos en las mejillas y el cuello, él seguía dormido-

-suspiro dormido y sonrió-. Buenos días para mí -se rió con esa voz ronca de las mañanas-

- Feliz día del padre amor -él abrió los ojos y lo bese lentamente-. Te amo

- Gracias bombón -me abrazó sonriendo-

- ¡Papi! -entró Oli a la habitación y se subió a la cama para tirarse arriba de él-. ¡Fediz día papi!

Olivia sabía perfectamente que hoy era el día del padre, el día especial de su papi.

- Gracias princesa -la abrazó fuerte y ella lo llenó de besos sentandose en su pecho-

Estaba toda despeinada recién levantada y se veía súper tierna.

- Bueno amor, hoy es tu día especial -me senté en la cama y agarre la bandeja que tenía en mi mesita de luz-. Así que te toca desayuno en la cama -puse en su regazo y él sonrió-