75 - Bienvenidos a casa

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La semana 30 llegó y con ella, las contracciones. La primera contracción fue hermosa, me dolió como la mierda, pero fue un momento hermoso...

~ Flashback ~

Estaba colgando la ropa en el patio, hacía frío, ya estábamos por entrar al invierno y para el nacimiento de los mellis todavía faltaban 10 semanas si nacían a termino y no se me adelantaban. Enzo estaba adentro haciendo no se que cosa, creo que estaba en una llamada con su representante.

Cuando termine de colgar la última remera de Enzo sentí un dolor horrible en mi panza y mi espalda baja, fue tanto el dolor que solte un gritito agarrándome de una silla de exterior que estaba cerca y agarrando mi panza. No tengo forma de describir el dolor que sentí, jamás había sentido un dolor tan fuerte.

- ¡Amor! -Enzo salió corriendo de la casa cuando me vio agarrándome de la panza-. ¿Ya vienen? -preguntó nervioso mirándome y ayudandome a sujetarme-

- No -negué, apenas podía hablar por el dolor que había sentido, que por suerte duro solo unos segundos-. Solo fue una contracción -me reí nerviosa suspirando para tratar de calmarme y agarrando mi panza, lágrimas salieron de mis ojos-.

- La primera contracción -se mordió el labio y acaricio mi panza-

- Si -sonrei mirando mi panza, el dolor ya había pasado pero estaba algo agitada-. Si todas las contracciones me van a doler así quiero me los saquen ya -me reí-

-sonrio y me levantó del suelo con una de sus manos atrás de mi rodilla y la otra en mi espalda-. Deberías quedarte quieta ya -me miro mientras caminaba hacia adentro de la casa-. Los mellis te están diciendo que tenés que descansar, que en cualquier momento vienen

- Puede ser -acaricie su cabello y suspiré-. Pero me aburro amor, no puedo estar todo el día sin hacer nada -me reí-.

- Ya sé nena -me acostó en el sofá y beso mi panza-. Pero ya te dijo la doctora, tenés que hacer reposo mi amor -se recostó alado mío y beso mi panza-

- Si, ya... ¡Ah! -sentir otra contracción que duro unos segundos-. Mierda cómo duele -me mordí el labio agarrando mi panza y empecé con los ejercicios de respiración-

- Ay amor -acaricio mi panza y beso mi frente-. No sé cómo ayudarte cielo -beso mi panza-.

- No me podés ayudar mi amor -me reí-. Solo me queda esperar a que nazcan -lo miré-.

- Te amo cielo -me dió un beso suave-. Los amo -beso mi panza varias veces haciendo que los mellis se muevan-

- Y nosotros a vos papi -bese su cabeza cuando apoyo su mejilla en ella para escuchar a los mellis-

~ Fin Flashback ~

Las contracciones se hicieron cada vez más seguidas a medida que pasaba el tiempo, lo que significaba que en cualquier momento muestra princesa y nuestro campeón vendrían al mundo.

Estaba acostada en la cama, con la espalda en la pared, leyendo un libro y acariciando mi panza, que se había vuelto una especie de costumbre, todo el tiempo estaba acariciandola; mientras Enzo se cambiaba para acostarse a dormir.

- ¿Mañana tenés partido? -lo mire mientras él se ponía unas medias para acostarse-

- Sip -sonrio y se acostó a mi lado y me tomó del mentón y me dió un beso lento y suave-. ¿Te dije que estás hermosa hoy?

- No -hice puchero-. No estuviste en casa en todo el día...

- Perdón mi amor -me abrazo por los hombros y me lleno de besos-. Fue un día largo -suspiro y acaricio mi panza-. Los extrañé mucho encima -beso mi panza y beso mi cuello-

Fisio | Enzo FernándezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora