Capítulo №23

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Nunca había estado en primera fila durante una pelea, ni siquiera en las de Ethan. Pero no es nada agradable, primeramente porque no soporto pensar en que Ethan pueda hacerse daño, segundo porque otra persona salga lastimada, y tercero por ver a ese ser que detesto. Ethan muta, se convierte en otro hombre, se ve en sus ojos prendidos fuego, da miedo. Se ve igual que en aquella noche de mi cumpleaños, la que perdí a mi bebé. Es como si esa faceta se apoderara de él y lo controlara.

Es una vorágine, segundos en los que los puños de Ethan usan como saco de boxeo a Tomy, el último lo único que pudo hacer fue darle un puñetazo, y creo que Ethan lo dejó hacerlo. La gente se aleja, y por más que quisiera hacer algo, mi garganta se seca y arde, no sirve de nada gritar, tampoco pedir ayuda. Ethan tiene de rehén a Tomy, y todo aquel que intenta separarlos recibe un golpe gratis.
Hasta que se encienden las luces, y es por la policía. Christian toma desde atrás a Ethan y con mucha fuerza lo trae hasta la multitud. Tomy ha quedado tendido en el suelo como si un tren hubiese pasado por sobre él.

Ethan se sujeta la cabeza como si no estuviese en sí, se apoya en la pared y Christian parece querer traerlo a la realidad, pero sus ojos están en los míos. Lo observo con temor y él con enojo «no es Et, me recuerdo, ese ser no es Ethan, éste que tengo frente a mí me odia, Ethan no». Quiero a Ethan aquí y no puedo evitar llorar. Pero no me acerco, mantengo mi lugar a unos cuantos pasos.

—¡La policía viene hacia aquí! —aviso y Chris se gira a verme para asentir en respuesta.

—¡Ethan —grita Joy que está junto a Tomy—, es hora de que empieces a afrontar las consecuencias de tus actos! —espeta furioso.

—No me iré —determina Ethan.

Mete las manos en su bolsillo y saca sus llaves, teléfono, cigarros y billetera. Aunque se queda con el documento de identidad.

—Toma —Se estira y me los entrega, miro sus manos ensangrentadas sobre las mías y suspiro con angustia—. Lo siento —dice y un segundo después, la policía lo arresta.

Se lo llevan como un delincuente y él no se resiste. Nunca pensé que vería a Ethan en algo como eso. Me acerco hacia donde está Tomy y lo observo mientras lo suben a la camilla y le ponen oxígeno. Lo llevan al hospital y no puedo sentirme más culpable. Las miradas de odio de todos a mi alrededor me lo confirman.

Sin decir o hacer más nada, voy a la parte trasera y tomo mis cosas. Me cambio a prisa mientras intento apagar mi llanto, es un poco de angustia, bronca, culpa y preocupación. Estoy preocupada por Tomy y por lo que Ethan tenga que enfrentar. Salgo por la parte trasera y evito ver a todos. Josh y Marian me llaman al teléfono constantemente, pero no respondo.

Aprovechando que mi auto está en el estacionamiento y busco al de Ethan. Luego de unos cuantos intentos lo encuentro e ingreso. Lo primero que hago es llamar a Sharon, tengo tanto miedo que no se me ocurre nadie más que ella. Luego de avisarle que Ethan fue llevado a la comisaría y de avisarle lo que sucedió, me dirijo allí.

—Si presentan cargos habrá que pagar más dinero —Se queja Alexis—. No sé si no tendrá algún tipo de prisión preventiva.

Sharon y yo lo observamos sin decir nada. Está molesto, son las tres de la madrugada y se encuentra en la comisaría para pagar la fianza. Se frota el rostro y suspira exasperado. Se lo nota cansado y lejos de ser el señor Connolly que se ve siempre sonriente.

—Se ha agarrado a golpes antes —comenta Sharon en voz baja.

—No es un niño —se queja él—, ya es un hombre, pensé que estas cosas habían quedado atrás.

—No debí llamarte —espeta Sharon molesta.

—No es eso —agrega Alexis—, es que ya tiene antecedentes, puede perder su licencia, pueden pasarle muchas cosas. Ya debería sentar cabeza de una puta vez. o deja de darme problemas, maldita sea.

Sempiterno Caos #3 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora