Sempiterno Caos #3

Capítulo №25

—¿Qué hiciste cuando te dijo que se iría? —consulta Bill.

Está sentado a mi lado. Mirando mi rostro y tiene una postura un tanto extraña, se ve curioso y ansioso de que hable. Es como si fuese a contarle el secreto mejor guardado de la historia.

—Tenía ganas de saltar al agua —confieso cohibido.

Tal vez no sea el comportamiento que él crea correcto y tal vez he ido diez pasos hacia atrás, pero así me sentí y aún siento. La inseguridad nuevamente se me ha montado en la espalda. Cuando July dijo eso quería ahogarme.

—¿Qué pensaste? 

—Que estaba dejándome otra vez —respondo cabizbajo—, sentí que todo el esfuerzo que estoy haciendo no sirvió de nada, al fin y al cabo estaba dejándome otra vez.

—¿Y? —presiona con demasiado interés.

—Pero ella me explicó que no era por mí, que era por todo lo que está pasando en su vida, y al igual que yo necesita espacio —pienso en voz alta—, así que si ella me lo dio, lo menos que podía hacer era comprenderla. Entendí lo que ella necesitaba y me dije a mí mismo que está todo bien, que no se va, sólo es un espacio.

—¿Se lo dijiste?

—No hizo falta. Es decir, al principio notó mi resistencia, pero fui más rápido, analicé la situación y la respuesta salió sola.

—¿Qué respuesta? —pregunta con euforia.

El bolígrafo está detenido con tal fuerza que creo perforará la libreta. Lo miro a los ojos, sintiendo alivio.

—Le dije que estaría feliz de que tome su espacio y esté con su padre. Que yo estaré aquí y confío en que volverá.

Suspiro y poso mis ojos en la rajadura del cielo raso, esperando el veredicto de Bill.

—Estoy orgulloso de ti, Ethan —dice y aprieta mi hombro—. El viejo Ethan hubiese actuado muy distinto.

—Es que la comprendí —explico—, yo necesito mi espacio y ella me lo dio, es lo mínimo que podría hacer.

—Ese es el pensamiento de una persona que ama a otra, y que la antepone, la cuida y la protege.

—Siempre la amé y la cuidé...

—Tú lo has hecho —Me señala—, pero Julieta ha visto tu faceta más turbia y dañada, y ella sigue ahí, eso es amor.

Algo en sus palabras me hace querer llorar, no sé si es por dolor, culpa o felicidad.

—Tengo tanto para arreglar... Y temo tener otro momento malo y arruinarlo.

—Pedirle espacio y explicarle cómo te sentías fue lo correcto. Ella lo comprendió, si en el pasado hubieses actuado así, nada de esto habría pasado. Es cuestión de evolución.

—Lo sé —Vuelvo a hacer un pequeño silencio y tras pensar unos segundos—. ¿Cómo voy a sobrellevar esto el resto de mi vida?

—Si Julieta y tú se conocen como lo están haciendo, sabrán cómo solucionarlo —Se pone de pie y comienza a caminar por la habitación, significado de que me dará su veredicto de hoy—. Deben encastrar, comunicarse, deben saber lo que el otro quiere y dejar de lado su orgullo, esa es la única manera en la que una persona con una patología como tú puede tener una vida "normal".