Jamás se me hubiese pasado por la cabeza que estaba embarazada ¿cuándo fue? ¿En qué momento pasó? Este último tiempo fui muy descuidada y por consecuencia, terminaron embarazando a mi gatita. Vainilla acaba de ser madre de tres gatitos, dos son como ella, de color claro y sumamente peludos, y una hembra es negra y de pelo muy corto. Seguro es igual a su callejero padre. Creí que estaba gorda, no noté sus cambios.
Me quedo viendo embobada cómo los lava y cuida, es tan buena mamá. Me desperté en la madrugada por oírla maullar, pensé que estaba lastimada o le dolía algo, pero me encontré con este hermoso regalo.
—Deberías comprarle alguna vitamina —comenta papá desde el umbral de la habitación—, es una gata de raza, y son delicados.
—Iré a la veterinaria —contesto animada.
Me pongo de pie y salgo de mi habitación, sigo a papá a la cocina y tomamos asiento con dos tazas de café. Los días aquí son tranquilos, relajados y también solitarios. Pero no hay nada que me haga sentir mejor que estar con papá. Cada vez que vengo aquí no siento ganas de volver.
—¿Quieres acompañarme a ver una casa? es una pequeña cabaña frente al mar —ofrece.
Papá suele invitarme a eso, o a las reuniones de venta para que no me muera del aburrimiento, y me gusta. Me gusta estar con él.
—Claro, ¿ahora?
—A las doce.
—¿Debo arreglarme?
—Un poco, habrá un comprador.
—Cuando vuelva de la veterinaria me cambio y vamos.
—Muy bien.
Me concentro en mi teléfono, veo Facebook y paso el rato. De igual forma las redes sociales han perdido el efecto en mí.
—¿Qué te sucede? —pregunta llamando mi atención.
Levanto mi vista y sonrio apenas. Sujeto la taza con ambas manos y mojo mis labios.
—Es que los días están pasando y, cada vez siento menos ganas de volver a la Capital —confieso con dificultad.
—¿Por qué?
—Por todo lo que ha pasado, siento que la gran mayoría me ha engañado y lastimado, los pocos amigos que tengo tienen sus vidas, casi no los veo y, ni siquiera pude hacer lo que tenía pensado.
—¿Y qué pasa con Ethan? ¿Acaso él no es importante?
Asiento.
—Es la única razón por la que volvería.
—¿Estás considerando volver aquí? —consulta sorprendido. Se apoya en la mesa y me observa preocupado.
—Soy feliz aquí —admito.
—¿Y cuál sería el problema de volver aquí? —pregunta con obviedad, simplemente llevándome a resolver la cuestión.
—Estar sin Ethan, es un precio muy alto —confieso y no puedo parar mis lágrimas.
Por más que estos días fueron de meditación y relax, en el fondo sentía una angustia y presión. No venía con intenciones de quedarme, pero aquí soy yo y nadie me hace daño.
—Creo que debes hablar con él.
—No —determino—. Volveré a la ciudad, comenzaré de cero en algún empleo, buscaré un apartamento y con Et veremos cómo va, pero alejados del resto, apartados de todas esas personas que sólo ponen palos en la rueda. Si me quedo aquí dirán que huyo, y además no podría hacerle eso a Ethan, él confía en el que volveré. Está cambiando tanto que sería un sacrilegio arruinarlo por mi capricho.
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Sempiterno Caos #3
RomanceLa relación entre Ethan y Julieta ha llegado al punto más tóxico, y el hilo se ha cortado. Ambos toman rumbos diferentes e intentan alejarse para así poder lamer sus heridas. Aunque a veces la distancia no lo es todo y ellos los saben, sus caminos s...