Siempre fuiste tú

CAPITULO 98

Pov: Atenea.

— ¿Qué? ¿No creíste qué nos volveríamos a ver tan pronto? — su actitud burlesca de siempre me molesta.

Los escoltas rápidamente se acercan unos intentan tomarme a mí para apartarme y otros a ella para echarla.

— Retírese— le gritan.

Comenzamos a ganarnos las miradas de la gente, Mike recoge mis cosas.

— Diles que me suelten, no se te olvide a quien tengo en mi poder todavía— logro escucharla y aun con el intento de ellos por llevársela decido hacerle frente a la situación.

— Llamare al señor— dice Mike y niego.

— Revísenla y dejen qué se siente— los demás dudan pero Mike les indica que obedezcan y lo hacen.

Cuando se cercioran de que esta todo en orden ella sonríe y toma asiento frente a mí, Mike se queda de pie frente a nosotros.

— Déjanos solas, y que nadie le avise a Christopher.

Cuando nos quedamos solas ella es la primera en hablar.

— Sabia que tomarías una buena decisión, cuéntame cómo has estado, como esta mi hijo.

— Basta de juegos, yo no soy Christopher así que dime que es lo que quieres y acabemos con esto— pregunto sin rodeos.

— Tranquila, vengo en son de paz— alza las manos— No sé qué tanto has hablado con Christopher, y realmente no tengo intenciones de pelearte al niño.

— ¿Ah no? Creí que eso habías venido.

— No lo haré siempre y cuando estés dispuesta a darme u par de cosas— sonríe y de su bolso saca un documento— Firma y el niño es tuyo.

La que sonríe burlesca ahora soy yo.

— Firme o no, el niño es mío— tomo lo que dice y basta con darle solo una leída para saber que está mal— ¿Te crees que soy tan estúpida para firmar así sin más?

— No es como si tuvieras otra opción querida, déjame repetirte lo mismo que aquella noche. ¿Qué tanto estas dispuesta a hacer por él.

— No voy a firmar esto, pero si estoy dispuesta a darte lo que quieres, así que dime, ¿Quieres dinero? Pon la cifra.

— Antes qué eso, quisiera saber por qué— la miro sin entender— ¿Por qué Atenea? ¿Por qué lo haces y por qué tu amor desmedido por ese niño? Al principio pensé que quizás no podías tener hijos y por eso te conformabas con él, pero no fue el caso.

Ni siquiera yo tengo respuesta para eso.

— Aunque intentará explicárselo no lo entenderías, y realmente no me interesa que lo hagas— me arreglo el cabello y tomo un poco de jugo— Pero la respuesta es sencilla, lo hago porque es mi hijo, y es lo que cualquier madre haría, así que solo dilo.

Cruza las piernas en un intento de verse elegante, pero la vestimenta qué trae solo se presta para verse vulgar.

— Quiero continuar con mi carrera de modelaje, ya no más agencias de quinta, quiero que tu asegures el resto de mi vida en aquella qué contratan para todo tipo de marcas exclusivas— la ambición en sus ojos resplandece.

— Hecho.

Rápidamente le escribo a uno de mis abogados para que me tenga listo los documentos para la custodia total de Emiliano. Y el contrato qué por supuesto le haré firmar a esta mujer.

— Pero eso no es todo— sonríe de nuevo— Ese solo sería el pago inicial.

— ¿Pago inicial? Eso será todo lo que te daré— intento mantenerme tranquila pero esta mujer poco a poco comienza a llevarme a mi limite.