Rubia Sol Morena Luna (JENLISA) (CHAELISA) G!P

Capítulo 15

Dreaming of you - Cigarette After Sex

Think you'd suit me fine
Want you all the time

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La primera semana de clases transcurrió con rapidez, Lisa había visto avances positivos en el nuevo dialecto de Jennie. El hecho de que podía presentarse a si misma, saludar y despedirse en inglés, hizo que una sonrisa gigante se plasmara en el rostro de la pelinegra.

Si bien, sus tareas como acompañante de Jennie en las primeras semanas se limitaban a las asignaturas, ella misma se vio insistiendo en hablarle a Jennie unas pocas oraciones en inglés y explicando con señas a qué se refería. La morena refunfuñó al principio, la paciencia no era una virtud con la que había nacido, por lo que no entender algo la frustraba con rapidez. Pero Lisa sí tenía paciencia, y adoraba el pequeño acento coreano que tenía cuando hablaba.

Finalmente encontraron un equilibrio, Jennie tenía que comprometerse a salir de esas primeras semanas incomodas y desenvolverse por sí sola y Lisa podría disfrutar de ver a la morena concentrada y equivocandose mientras pronunciaba una palabra complicada.

Roseanne se había mantenido inusualmente tranquila con el tema de Jennie, a simple vista la morena le parecía casi... Inofensiva. La rubia y la morena directamente evitaban cruzarse en los pasillos, y cuando lo hacían era porque compartían un par de clases juntas, así que ser evasivas con la otra no era un total éxito. La calma de las aguas fue un alivio total para Lisa.

Eso sí, calma en el instituto, turbulencia en la casa. El líbido de Roseanne había subido de 0 a 10 en una alarmante cantidad de tiempo. A Lisa no le molestaba, pero le parecía extraño la mirada que a veces Rosé le daba. Como acechándola, vigilando todos sus movimientos y calculando el momento exacto para lanzársele encima.

—¿Qué tienes? —Murmuró con el ceño fruncido una Lisa que acababa de salir de su entrenamiento nocturno.

Los músculos del brazo le punzaban por el esfuerzo, y solo tenía un top negro que cubría su pecho. Los joggers oscuros reposaban debajo de su cadera y Rosé no pudo dejar de ver la V que se formaba deliciosamente en la parte baja de su abdomen duro.

Rosé tuvo que respirar con fuerza. Lisa sudada, con el cabello goteando y ese olor a sal y menta la estaba desquiciando.

—¿Qué tengo de qué? —Respondió en una exhalación. Hace un momento, antes de que Lisa asaltara sus hormonas despiadadamente, estaba revisando las notas del consejo y chequeando los preparativos para el evento deportivo interescolar de las próximas semanas.

Lisa se encogió de hombros, se frotaba con una toalla el cuello y parte del pecho.

—Simplemente estás rara.

Rosé se relamió los labios, dejando el bolígrafo en la mesa y reposando su palma abierta sobre el. El demonio rojo estaba susurrando cosas sucias en su cabeza, quería averiguar ojalá en breve si el sabor del vientre de Lisa también tenía ese sabor afrodisiaco. Sin darse cuenta, estaba saliveando.

No la había visto desnuda, al menos no en los últimos 5 años, por lo que tenía curiosidad de bajar esos molestos pantalones y que Lisa se colocara en frente de ella, con las piernas entreabiertas para mostrarle el tesoro con el que había nacido. Quería ser la jueza, y darle todos los puntos de aprobación, y de paso llevarse el premio a casa. 

Quería verla desnuda, anhelaba verla sin nada. Era un sentimiento nuevo, la curiosidad sobre el sexo menguó inesperada y dolorosamente en su clítoris.