Rubia Sol Morena Luna (JENLISA) (CHAELISA) G!P

Capítulo 14

Monster - Irene & Seulgi

I'm a little monster, be scared of meI'm bothering you, making you dream only about me

___________________________________

Lisa estaba camino a su auto, habían terminado las actividades del día y una pelinegra había recogido a Jennie cuando estuvieron en el estacionamiento. Tuvo una rápida presentación, la persona era su hermana, Jisoo. No hubo tiempo de mucho más, Jennie insistía en irse y Jisoo no parecía muy dispuesta a socializar.

La pelinegra se recostó de la puerta del pasajero, cruzando sus brazos y mirando en dirección a la entrada del instituto. Eran pasadas las 3, y la mayoría de los estudiantes habían culminado sus horarios hace media hora. Por lo que se encontraba en un estacionamiento prácticamente vacío. Pero tenía que esperarla, si se iba sin Roseanne, sabía que la tormenta sería peor.

Intentó llamarla, y de hecho se había asomado antes por el salón del Consejo, pero una de las miembros le indicó que la presidenta se encontraba ocupada. De todas formas, dejó el mensaje de que la esperaría pacientemente afuera para volver a casa.

Después de veinte minutos parada, pudo divisar la cabellera dorada entre Irene y Dahyun. Las tres amigas venían hablando animadamente de algo, y callaron de manera abrupta cuando captaron los ojos de Lisa. Rosé dijo algo más a sus amigas, y emprendió camino hasta el encuentro con la pelinegra.

—Realmente no tenías que esperarme. —Murmuró en voz baja la rubia. Todavía estaba un poco picada con lo que había pasado temprano. Nunca la habían humillado de esa forma, y nunca se había quedado tranquila y en silencio por mucho tiempo. Se recriminaba el haberse callado.

La rubia se acercó lo suficiente como para quedar a una mano de distancia. Lisa tenía los hombros caídos, su actitud normalmente confiada estaba reducida.

—Entonces no tendrías como volver a casa luego.

—No sería la primera vez que Dahyun me lleva. Especialmente cuando tenías citas y tenías que llevar chicas en el asiento delantero. —Se encogió de hombros.

Lisa exhaló, haciendose a un lado para abrir la puerta del pasajero y hacerle un ademán de que entrara. No respondió a sus provocaciones, sabía que Roseanne reprochaba sus actos pasados para intentar sentirse un poco mejor. Era más fácil echarle la culpa de todo.

Rosé entró con lentitud al auto, y Lisa también hizo lo mismo del lado conductor. No encendió el motor de inmediato, no pretendía hacer el camino rápido de 20 minutos a su domicilio en un silencio.

—Todo lo que ha pasado hoy...

—Lo sé, he visto todo. —Suspiró la rubia, mirando a la lejanía.— Está bien, Lisa. No quiero pasar otros cinco días enojada contigo.

—Pero lo estás.

Lisa mantuvo sus manos en sus muslos, observando el rostro perdido de Roseanne. Quería que la enfrentara, no soportaba su indiferencia. Prefería que le gritara a que la ignorara, dolía mucho menos.

Estiró su mano al regazo contrario, cogiendo los dedos de la rubia y enlazandolo con los suyos. Rosé bajó la mirada al lazo, toda la energía parecía haberse esfumado de su cuerpo.

Los principios de curso eran un infierno, tenía que planificar las actividades del consejo estudiantil de los próximos tres meses, tenía que aguantar las miradas lastimeras de algunos profesores que habían cogido cariño a su madre a lo largo del camino, y encima tenía que lidiar con un corazón semi roto que estaba en manos de una pelinegra inestable. Todo el asunto estaba pesando demasiado.