Rubia Sol Morena Luna (JENLISA) (CHAELISA) G!P

Capítulo 13

Queen of Disaster - Lana del Rey

Got me spinnin' like a ballerina
Feelin' gangsta every time I see ya
You're the king and, baby, I'm the queen of
Disaster, disaster

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La traductora Lisa fue todo un éxito, incluso ella misma sentía que era un poco timida al principio. Se enredaba con un par de palabras, y terminaba diciendo cosas completamente diferentes y Jennie se mordía el labio con fuerza para no soltar una carcajada.

—Como Doménikos Theotokópoulos era un poco difícil de pronunciar los españoles llamaron a este artista directamente El Greco. Pues El Greco realizó uno de los retrasos más sublimes y maravillosos de la historia del arte...

Jennie resopló en una risa.

—Retratos.

—¿Eh? —Lisa alzó la mirada del libro con confusión.

—Creo que quisiste decir retratos, en vez de retrasos. Dudo mucho que El Greco haya sido tan dañino para la historia del arte.

Las mejillas de Lisa se encendieron con furia.

—Lo siento...

—Está bien, va a ser divertido esta diferencia de idiomas.

Culminada todas las horas pendientes, Lisa suspiró en cansancio. Tuvo que tomar mucho de su cerebro hoy solo para poder ayudar a Jennie en clases. Le dolía un poco la cabeza de tanto leer, traducir y hablar. La garganta la tenía un poco seca por el esfuerzo, no sabía como haría para sobrevivir las próximas semanas.

Jennie se acercó a ella al final de la clase después de perderse en el pasillo por unos minutos, había vuelto con un té helado de limón. Se lo extendió con una sonrisa sin dientes.

—Gracias por salvarme hoy.

Lisa cogió la botella que le extendía, abriendola con rapidez y tomandose la mitad de un sorbo.

—No es nada. Creo que igual es beneficioso para mis cuerdas vocales ejercitarse más.

—No te creía una persona callada. —Observó Jennie con interés. Comenzaron a caminar rumbo al gimnasio, Lisa todavía tenia que presentarse ante Jihyo y podía aprovechar la oportunidad para que Jennie mirara el club.

—Normalmente lo soy.

Jennie paseó sus ojos por todo el rostro de Lisa. Su voz tenía un deje grave y ronco, pero conservaba la sutileza femenina en el tono.

—Pues espero lograr cambiar eso pronto. Tienes una voz muy bonita.

Lisa se sonrojó por enésima vez en el día. Era ella la que acostumbraba tener este efecto en otras personas, el hecho de que cada cosa que le decía o hacía Jennie la sonrojara como una niña de 15 años, era abrumador.

No dijo nada más, culminadas las horas de estudio, simplemente se desplazaron hasta el gimnasio principal para darle encuentro a Jihyo.

La entrenadora de un poco más de 30 años, era tenaz. Kenter Cayon tenía un vínculo muy estrecho con otros institutos de Corea, asi que para Jennie era una bendición que su entrenadora fuese coreana también. Tenía unos ojos grandes y cejas tupidas, pero su sonrisa cuando uno de sus alumnos ocasionaba una victoria, era una satisfacción entera a la vista. La mayoría de las alumnas suspiraban en su presencia, y en más de una ocasión, la mujer tuvo que espabilarlas con palabras fuertes o jaladas suaves de cabello para que prestaran atención.