Rubia Sol Morena Luna (JENLISA) (CHAELISA) G!P

Capítulo 51

Deja Vu - Olivia Rodrigo

That was our place, I found it first
I made the jokes you tell to her when she's with you.
Did you get deja vu? Oh

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⚠️ LAS JENLISERAS PUEDEN SALTARSE ESTO, BAJEN Y LES AVISO DONDE PUEDEN LEER ⚠️

La puerta principal se abrió con un poco de brusquedad, seguida de dos personas atareadas en risas y besos. Era tarde... Muy, muy tarde. Se podía ver un destello del álba entre las ventanas que daban al corredor y la piscina, pero aún así lograron llegar sanas y salvas.

Rosé chisteó a Lisa, colocando un dedo tambaleante sobre sus labios para que dejara de reirse como una retrasada. Quizás se habían pasado un poco demasiado de tragos, pero aún estaban lo suficientemente conscientes de todo. De no haber sido así, probablemente en unas horas sería un total caos.

—Vas a despertar a Marié. —Le reprendió la rubia, ladeando la cabeza cuando Lisa atacó su cuello entre besos. No pudo evitar moderse el labio y permitir por unos instantes que su lengua húmeda se paseara por la piel sensible hasta sus claviculas.

—Mmh, esa mujer duerme como un tronco.

Lisa apoyó las manos en su cintura por un momento antes de bajarlas por sus costados hasta el dobladillo de la falda de Rosé. Pasó sus labios de su cuello hasta la mandibula de la rubia para poder mirarla de cerca.

—¿Estás bien con esto? Puedo detenerme si así lo quieres.

Rosé le sonrió antes de dejar un beso en su labio inferior.

—Estoy bien, ¿lo estás tú?

Lisa asintió de acuerdo. Probablemente era la primera y única vez que estuviesen juntas de esa forma, pero había decidido vivir el momento y poder tenerla a plenitud. Al fin había dejado de lado las inhibiciones que había tenido los últimos dos meses incluso después de estar oficialmente soltera. Lo que ocurriera de hoy en adelante, iba a ser netamente por deseo propio, y en este caso de ambas.

La pareja subió las escaleras con cuidado, Lisa estuvo a punto de preguntar sí iban a su habitación o a la de la rubia, pero esta había estampado con suavidad su espalda contra la pared en un beso necesitado. No pudo evitar gemir suavemente cuando las manos traviesas de Rosé acariciaron su abdomen descubierto y sus labios bajaron para besarle el cuello del mismo modo que ella había hecho antes.

Estaba delirando con sus labios mojados y el modo en que su perfume penetraba sus fosas nasales.

—C-cuarto... ¿Cuál? —Pudo preguntar a duras penas. Rosé separó su boca del cuello de Lisa solamente para cogerla del blazer y encaminarla hasta la habitación de la pelinegra.

—No quiero correr el riesgo de que nos interrumpan de nuevo, y dado que Marié tiene pase libre en mi habitación pero no en la tuya...

Lisa asintió de acuerdo, cerrando de todas formas la puerta con pestillo. En un instante se quedaron paradas, mirandose mutuamente. La luz del baño encendida podía dejar a vista los cuerpos de ambas, pero a pesar de que la mayoría de la habitación estaba a oscuras, lo prefirieron de esa forma.

Estaban allí, no había vuelta atrás. Si iban a arrepentirse, tenía que haber sido antes de ingresar a esa habitación. Solo una mirada a los ojos de la otra bastó para dar otro porcentaje de confianza para seguir con ello.

La pelinegra dio un paso adelante, tomando las mejillas de Rosé entre sus palmas e inclinandose para abarcar su boca en un beso apasionado. La rubia estiró su lengua para encontrarse con la suya, y entre jadeos necesitados fueron trastabillando hasta que la espalda de Rosé se acostara con suavidad sobre las sabanas.