Capítulo 17

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Traitor - Olivia Rodrigo

Brown guilty eyes and little white lies
Yeah, I played dumb but I always knew

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Caminaban en silencio por el pasillo desertico de Kenter Cayon, y Lisa todavía se sentía un poco eufórica.

Como si estuviese aturdida, y la adrenalina siguiera brotando de manera natural por sus venas. La habían drenado de una forma que ni ella misma había hecho en maratones de Pornhub en momentos solitarios. Estaba tan satisfecha, que no se detuvo a pensar en que la única que encontró un alivio fue ella.

Aunque Jennie parecía tener otro semblante de satisfacción, un poco distinto al de Lisa a simple vista. De todas formas, cuando hizo amago de devolver el favor, ambas sabían que estaban a contratiempo, y no sería bueno prolongar su estadía en el instituto.

Miró a la morena de reojo, la misma se mantenía con una expresión tan tranquila y serena que a Lisa francamente le perturbaba. No recordaba haberla visto tan callada desde esos momentos donde estudiaban juntas en la biblioteca cada una con las narices dentro de sus notas.

¿Cómo podía permanecer estoica después de que hicieran eso?

La pelinegra no se caracterizaba por ser una persona pudorosa después del sexo (y eso que lo que tuvieron ni siquiera fue sexo), pero algo en toda la situación la había fascinado y perturbado tanto que no podía abrir la boca para decir ni pío. Sentía que estaba en una cuerda floja, y cualquier cosa que dijera podría sonar muy bien o salir muy mal.

Cuando compartieron unas breves palabras después de que Lisa lavara la evidencia de sus muslos y terminara de ducharse por fin, Jennie se había quejado un poco de su ropa mojada pero también estuvo consciente que en parte era su culpa. Así que Lisa le prestó una camiseta limpia que guardaba en su locker, y ahora estaban caminando al estacionamiento después de que el teléfono de Jennie estuviese sonando al menos unas 50 veces.

Jennie cargaba solo esa camiseta, sin sostén y con unos pantaloncillos cortos que también le había prestado. La camiseta le quedaba unas dos tallas mas grandes, y a Lisa le pareció un poco tierno la diferencia de estaturas.

—Entonces... —Comenzó Lisa. No estaba segura de qué decir en sí, pero sentía que tenían que hablar de lo que había pasado.

La morena pareció notar su batalla, y se limitó a sonreír con suavidad.

—No tenemos que hablar de lo que pasó sino quieres hacerlo.

Lisa exhaló.

—No me parece mal lo que pasó, solo que fue algo... Extraño. No lo sé, ¿habías hecho algo así antes?

—¿Meterme en la ducha de alguien y masturbarla hasta secarla? No, Lisa, no es algo que haga a menudo. —El tono de voz salió un poco rudo, y Lisa se recriminó internamente por ello.

—No quiero decir que hagas esto a menudo, yo solo... —La pelinegra se mordió el labio. —Me gustó bastante.

La expresión de Jennie se suavizó considerablemente.

—A mí también me gustó. —Inconscientemente los ojos de Jennie se pasaron de arriba abajo por todo su cuerpo.

Lisa se sintió como un pedazo de carne. Volvió a sonrojarse con fuerza.

No, no estaba acostumbrada a ser ella a quien acecharan.

Volvieron al habitual silencio, solo faltaban un par de pasillos más para llegar al estacionamiento. Era viernes, y la mayoría de las clases terminaban temprano, por lo que era normal ver la institución vacía. De vez en cuando se encontraban a un par de profesores que murmuraban saludos o directamente las ignoraban.

Rubia Sol Morena Luna (JENLISA) (CHAELISA) G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora