A fuego lento ©

Extra 6 (especial 100K!!!) | Can't Help Loving One Eternally

Chloe
☆
«CAN'T HELP LOVING ONE ETERNALLY»

Abril, 2021

Frunzo el ceño cuando escucho murmuros en mi habitación del hotel. La verdad es que sigo muy dormida, y me da bastante pereza descubrir si lo que estoy escuchando son de verdad voces, o si solo son producto de mi imaginación porque aún sigo soñando.

Es por eso por lo que decido pasar de los cuchicheos, y simplemente cambiar de postura en la cama para seguir durmiendo y descansando porque estoy realmente agotada. Ayer tuvimos nuestro tercer concierto consecutivo aquí, en Argentina, y hoy vamos a por el cuarto y último. Necesito descansar para esta noche. Los fantasmas de la habitación me dan bastante igual.

Además, estoy con Ryan. En el caso de que haya algún fantasma o algún invitado no deseado, se encargará él.

Aunque..., cuando trato de seguir durmiendo, y los ruidos no desaparecen, me parece un poco extraño y no nos vamos a engañar, empieza a darme un poco de miedo.

Le busco en la cama con el brazo para pegarme a él y abrazarle, pero su lado del colchón está vacío y completamente frío.

Abro los ojos por primera vez, y cuando con la mirada compruebo que no está en la cama, me confundo bastante.

¿Adónde ha podido ir?

No me da tiempo a sacar hipótesis, porque de pronto los murmuros que se escuchaban en la habitación cesan, para pasar a ser voces mucho más altas.

Me llevo un susto de muerte cuando veo la silueta de cuatro personas en la oscuridad. Por suerte, la cara de mi mejor amiga de pronto es iluminada, y mi cerebro comienza a entender la situación y a mandarle señales a todo mi cuerpo para que me relaje.

Dios mío.

Me los voy a cargar.

Estoy a punto de insultarles por el susto que me han metido, cuando Laia, Adrián, Joel y Ryan, comienzan a cantar en coro mientras que se acercan a mí.

—Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz... Te deseamos todos... Cumpleaños feliz.

Mi mejor amiga se sienta en el borde de la cama y me pone la tarta a escasos centímetros de la cara.

—¡Pide un deseo! —me grita ilusionada.

Yo dejo cualquier rastro de falsa indignación por el susto, y paso a sonreír cuando me los imagino a los tres intentando encender las velas en plena oscuridad. Creo que los murmuros que estaba escuchando era su discusión por hacerlo sin despertarme.

Miro la tarta con el número 21 encendido, y luego vuelvo a mirarlos a ellos.

¿Qué puedo pedir que no tenga ya? Tengo a mi mejor amiga a mi lado un año más, a Joel siguiendo cada paso que damos con la misma ilusión que desde el principio, tengo buena relación con Adrián, y Ryan y yo... Ryan y yo se podría decir que estamos en nuestro mejor momento.

Y en cuanto a A Fuego Lento..., pues la verdad es que es imposible que nos esté yendo mejor. Estamos haciendo una gira por Latinoamérica. Mi banda está conociendo mundo... ¿Qué más puedo pedir?

Quizás que todo siga así...

Tras compartir una mirada con Ryan, cierro los ojos y pido mi deseo antes de soplar las velas. Y cuando lo hago, la pelirroja se me tira encima y me abraza con fuerza.

—¡FELICIDADESSSSSSS!

Comienzo a reírme porque..., joder, solo es mi cumple, y parece que acabo de ganar el premio a la persona más influyente del mundo o algo así.