Viernes.
Entrenamiento.
Agua que cae del cielo.
Lluvia, para ser más precisos.
Pésima combinación para los chicos de fútbol. Traen el cansancio de toda la semana. Les dolía el cuerpo, el clima empeoraba cada día y sus zapatillas de fútbol no eran las mejores para correr por el césped mojado, al menos no por ese que estaba falto de mantenimiento.
Shawn nuevamente se levantaba del suelo sintiendo el ardor en sus piernas. Después de lo que pasó en el salón de química solo descansó dos días del entrenamiento y rápidamente se puso al corriente. En ese momento intentaba lucirse, pero parecía que a la lluvia le gustaba verlo en el suelo, ya tenia todos los brazos y piernas talladas por el césped. Camina jadeante hasta la banca para tomar algo de agua y limpiarse el nuevo raspón. Cuando su mamá lo viera lo mataría.
—¿Crees que los Chiefs van a estar esperando a que la nena se cure un raspón?—pregunta su entrenador llegando hasta él.
Ese hombre nunca le había parecido tan exasperante. Antes no lo odiaba, pero se esta tomando muy enserio lo de los Kansas, aun tenia largos meses para demostrar que podía. Faltaba más de un mes para las vacaciones de invierno y casi podía sentir que ese señor lo haría ir a entrenar aun y cuando se supone deben pausar la temporada cuando el invierno sea insoportable.
—Solo me estoy tirando agua—lo ve molesto.
—No es nada, Pickman, vuelve a la cancha—demanda.
—¡Cielos! Por su culpa comienzo a odiar mi apellido—sale aun mas molesto rumbo a la cancha.
—Pues cámbialo-dice simple el entrenador, viéndolo volver a su posición.
—Claro, ya mismo voy al registro civil y pido que me cambien el maldito apellido—bufa llegando hasta su puesto.
—Pide que te pongan el mio—el susurro del azabache junto a él lo hace sobresaltarse.
Otro problema. Quería su mente completamente en sus obligaciones, se decía a si mismo que ya llegarían las vacaciones y entonces podría dedicarle algo de atención a la lujuria. Por el momento y más entre semana ignoraría que su pene sirve para algo más que orinar, pero es que Ian.
Debía agradecer que al menos Walker era demasiado penoso como para él mismo proponer algún acto sexual y Shawn había logrado controlar las necesidades fisiológicas de su cuerpo, pero cuando le hablaba en ese tono seductor. Carajo. Le derretía las entrañas.
Lo ignoró centrando su mente en el balón, aun no lo tenia en sus manos pero no podía perderlo de vista. A penas es cociente de la señal para que la partida comience, no logra dar dos pasos cuando su cuerpo sale volando. Acto seguido tenia a Jasper e Ian revisando que estuviera bien. Intentó enfocar su mirada para ver al idiota que había hecho eso. Vamos, era un partido de entrenamiento, no se supone que tengan que ser tan bestias.
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Verde Océano
Ficção AdolescenteIan y Shawn, dos jóvenes de dieciocho años cuyas vidas siempre han estado llenas de rivalidades. Estos chicos parecen expertos en encontrarse problemas, incluso por las cosas más insignificantes, como el último sándwich de pavo en la cafetería. Shaw...