c u a r e n t a y n u e v e

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La Navidad finalmente estaba ahí, envolviendo todo en una atmósfera cálida y festiva

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La Navidad finalmente estaba ahí, envolviendo todo en una atmósfera cálida y festiva. El aire estaba impregnado con el dulce aroma de pay de manzana, el destello de luces parpadeantes iluminaba las calles y el espíritu de alegría se extendía por todas partes.

Ian se encontraba contemplando el árbol de Navidad que había en la sala de estar. Las esferas elegantes, los adornos cuidadosamente seleccionados y las luces brillantes creaban un ambiente acogedor y mágico. Por el suelo había bolsas llenas de regalos, en espera de ser recolectados y transportados al lugar donde se abrirían. La casa de Shawn.

Había pasado por muchas Navidades a lo largo de su vida, algunas más complicadas que otras. Pero esta era diferente. Ahora tenía a su lado a personas que realmente le importaban, a una madre que había vuelto a su vida y que aunque le estaba tomando tiempo, parecía que era más fácil de lo esperado acoplarse a vivir con ella, ahora tiene un hermanito bebé que es todo un caso, lleno de ocurrencias y gran cantidad de travesuras para ser tan pequeño. 

Hay momentos que lo ve todo tierno y piensa que tampoco es tan complicado cuidar un bebé y dos segundos después, está bajando a Lu de un mueble, porque resulta que ama escalar.

Y también esta Shawn, el chico que había pasado de ser su rival a convertirse en su principal muro ese ultimo tiempo.

Cada uno de los momentos que habían compartido en el camino hasta aquí parecía converger en esta fecha especial. La reconciliación con su madre, el descubrimiento de sus sentimientos por Shawn y la reconstrucción de su vida. No llevaba ni una semana de regreso y en verdad todo se sentía tan acogedor.

Se alegra de no haber tenido que pasar esas fechas solo, seguro se hubiera suicidado en Inglaterra.

Ian siempre ha sabido que la navidad va mucho más allá de los regalos, tras tantos años de solo recibir obsequios por parte de sus amigos, es lo ultimo que le interesa. Aun ni siquiera comienza la fiesta y él ya sabe que será la mejor navidad en todos los años que lleva de vida. 

Un pequeño choque contra su pierna lo obliga a dejar de ver las lucecitas navideñas. Su mirada baja a Lucas quien esta aferrado a su pierna mientras le muerde el pantalón. Amy le explicó que hace eso porque sus dientes están saliendo y le da comezón, no significa que esté bien, pero esa es la razón. 

—Oye pequeño vándalo—le dice levantándolo por las axilas—. No puedes morder todo, hay cosas sucias—Lucas lo ignora por completo, lanzándose a morderle el abrigo a la altura del hombro. 

—¿Listos, guapos? Porque ya vamos tarde. 

Ian volvió a poner al niño en el suelo, después de despegárselo del hombro. El pequeño salió corriendo hacia Amy quien solo le habló mientras iba a la cocina para buscar lo que llevaría. 

—Yo ya estoy listo ¿Necesitas ayuda con algo?

—Estas listo desde las 8 de la mañana, cariño—dice con burla, haciendo a Ian sonrojarse—. Y no , gracias. Ya tengo todo preparado —respondió mientras regresaba de la cocina con un recipiente que contiene el pay recién horneado y un termo de chocolate caliente.

Verde OcéanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora