c u a r e n t a y s i e t e

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Cuando la noche comenzó a caer, los chicos se fueron

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Cuando la noche comenzó a caer, los chicos se fueron. Ian también avisó que debía ir a casa de Amy. Por lo que Shawn dijo que si él no lo llevaba, entonces no dejaría que se fuera. 

Así que ahora se encontraban fuera de aquella casa que es desconocida para Ian.

Toma la mano de Shawn y la aprieta suavemente, mirándolo con cariño.

—Ha sido un buen día, ¿verdad?

Shawn asiente, con una sonrisa cansada pero radiante en su rostro.

—Sí, ha sido increíble. Sigo sin creerme que estas aquí.

Ian se inclina y le da un beso suave en los labios.

—Yo tampoco puedo creerlo. Ver tus preciosos ojos me hace pensar que estoy soñando.

Shawn acaricia la mejilla de Ian con ternura y burla en la mirada.

—Que romántico te volvió Londres.

Ian niega dándole un beso más antes de alejarse para observar todos los botones que había en el tablero de la camioneta. 

—Me alegra que Ethan haya grabado cuando te la dieron. Me gustó ver tu reacción—sonríe—. Siempre estabas de chillón porque tu mamá no quería comprarte un carro.

—Me la pasé llorando en todo el maldito video—se ríe con nervios—, mis emociones eran una mierda.

Ian le acaricia el muslo que esta cubierto por una pantalón beige, abajo de ese tiene la pijama, porque Shawn asegura que debe cuidarse del frio, si no, estará enfermo para navidad y se negaba a abrir los regalos de Santa con mocos en la nariz. 

—Estoy tan feliz de que hayas vuelto.

Ian lo abraza y lo acerca lo suficiente para que sus corazones sientan el retumbar del latido del otro.

—Y yo estoy feliz de estar aquí—le deja un cálido beso en la sien antes de alejarse—. Tengo que entrar.

—¿No puedes quedarte en mi casa más tiempo?

—Sabes que me encantaría, pero deberíamos de aceptar que esta será nuestra nueva realidad—le sonríe para tranquilizarlo.

—Bien, dile a Amy que esta navidad la pasarán en mi casa. No es prefunta, es demanda—dice antes de que cierre la puerta— ¡Te veo mañana, guapo!

Eso fue lo ultimo que Ian pudo escuchar antes de que la camioneta arrancara. 

Ese idiota se terminaría matando. 

Cuando ve la entrada de la casa, solo puede pensar en lo difícil que sería siquiera intentar adaptarse a esa nueva vida. Se estaría viendo obligado a mudarse con desconocidos. 

Por un momento desea tener un maldito celular para poder llamar a Shawn y decirle que mejor regrese por él, pero aunque pueda caminar hasta la casa de su ahora novio, no podría vivir ahí por siempre. 

Verde OcéanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora