El secreto de Nikola Tesla

Capítulo 18: Todo lo que necesito

Varios de sus compañeros del Ragnarok y sus debidos contrincantes, esperaban a Qin Shi Huang en una de las enormes habitaciones de descanso vacías. No sabían qué era lo que quería ese enano.

—Los he reunido en este lugar con un solo fin. —el ex emperador de China asintió con una sonrisa. —Necesitamos saber si Beelzebub es un infiel.

Aquello provocó que los presentes se acomodaran en círculo, entre más rápido terminaran con esto, mejor.

—¿Por qué eso debe importarme? —cuestionó Poseidón con un rostro de pocos amigos. —Prefiero leer.

—¡Cállate, Poseidón, que tú viniste solo porque Sasaki está aquí! —Qin expresó sin dudar. —Nadie va a robarte a tu viejito.

—Me siento ofendido. —Kojirō se cruzó de brazos.

—¿Cómo vamos a ayudar? —Hércules estaba de acuerdo, tenía un mal presentimiento respecto a Beelzebub desde su último encuentro nada amistoso.

—Conociendo al sir Qin, no va a ser nada bueno. —Jack se limitaba en disfrutar del espectáculo de colores de los invitados, cada uno de ellos era único a su manera. —Pero me apunto.

Sasaki analizaba la situación, no quería ni imaginarse como el hijo de la luz reaccionaría si descubría que su novio le era infiel; todos sabían de las relaciones de todos y se alegraba de que Poseidón fuera un Dios respetable. —¿Cuál es el plan?

Qin amplió su sonrisa, aprovecharía también el momento para vengarse del señor de las moscas por interrumpir su momento de placer con Hades. —Vamos a darle un susto de muerte a Beelzebub.

—¿Y si le gusta? —Hércules cuestionó amable.

—Tiene razón, ese demonio tiene tendencias suicidas. —Sasaki apoyó al más alto con un rostro perturbado. —Da miedo.

—Desde que está con Tesla ya no muestra ganas de morir. —aclaró Jack.

—¿Cómo se supone que vamos a hacer eso? —el tirano de los mares se fastidió, podría estar haciendo cualquier otra cosa pero no, estaba jugando a los espías con su pareja y su grupito tonto de amigos.

Orgulloso de sus ideas y levantando el dedo índice como si su plan fuera perfecto, exclamó Qin. —Ya pensé en eso, le pedí prestadas estas cosas a la señorita Marie Curie.

—¿Qué son esas cosas? —Sasaki observó aquellos objetos y por más que lo intentaba, no lograba saber que eran. —¿Cómo nos va a ayudar un tabique con botones?

—Es para que golpees a Beelzebub en la cabeza hasta que hable. —en un tono sarcástico, Poseidón mencionó, a veces olvidaba que su pareja nació en una era para nada tecnológica.

—¿No es para eso? —Qin preguntó confundido mientras abría la boca con sorpresa.

—¿Es un chiste, Qin Shi Huang? —un juego más y Poseidón mataría a la pareja de su hermano mayor.

Solo pudo carcajearse fuertemente con la mirada asesina del contrario sobre sí. —Es broma. —le encantaba jugar con fuego o en este caso con agua.

—Deja de jugar y dinos. —molesto, Hércules manifestó su fastidio.

—Hércules tiene razón, Sir, explícanos.

—Bueno, son radios y pueden cambiar la voz. —encendió dos de ellos y le pasó uno de los radios a Jack. —“¡No, non, nem, nein! No es magia, ¡Es ciencia!” —imitó los diálogos de su amigo.

—Oh, suena igual que el sir Tesla. —con gran sorpresa, sonrió.

—Sorprendente... —dijo Sasaki.

—No digas nada, Poseidón. —Hércules le habló al rubio. —Piénsalo si quieres, pero no digas nada.

—No tienes que decírmelo. —se quejó.

—Entonces nuestro plan es... —Qin comenzó a explicar su “asombroso plan”.

⚡🪰

Por su parte, Beelzebub ya había terminado de leer el libro que la muerte le había intercambiado por su anillo; fue en ese momento que se dio cuenta de muchas cosas sobre Nikola.

Y lo que más le sorprendió fue qué era su primera pareja, por eso Tesla a veces no sabía cómo comportarse con él durante una cita, por ello muchas veces creía que era su culpa si algo salía mal.

—Tengo todo lo que necesito. —se dijo pero eso no era lo importante, al leer toda la vida de su novio, se percató de que Nikola no era un hombre rencoroso así que... ¿Estaba bien qué él tomara la venganza por su amado?