Capítulo 43: A un paso

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Beelzebub al escuchar que Nikola quería hablar con él, se replanteó si había hecho algo malo o en su defecto, una acción que lo haya incomodado, pero por más que veía en sus recuerdos, no había nada malo, de hecho, el día de ayer que fue a verlo ambos estuvieron bien y, sobre todo, ¿Por qué había mandado a Qin?

Sin embargo, al percatarse del comportamiento del ex emperador de China de inmediato supuso que no era nada malo, puesto que Qin sería el primero en reclamarle si le hace una maldad a Tesla.

—Tengo mis dudas. —con total seriedad, Beelzebub se cruzó de brazos recargándose en el marco de la puerta, temía que el humano le jugara una broma pesada. Después de todos los conflictos que había tenido con su amado, era más que obvio que, si él hubiera hecho algo malo, entonces Nikola hubiese venido personalmente a tratar el tema.

—¿Estas insinuando que te estoy mintiendo? —con falsedad, se llevó una mano al pecho con dolor y la otra a su frente y antes de que el demonio pudiera mencionar algo, lo interrumpió. Sabía la respuesta. —No me contestes.

Ambos se quedaron en un silencio incomodo, por lo que, para terminar con este sufrimiento lleno de ansiedad, Qin sujetó con fuerza la mano del demonio para llevárselo con él ya que el señor de las moscas no parecía tener intenciones de seguirlo; en otras palabras, estaba dispuesto a llevárselo a rastras si era necesario.

Justo al momento de sentir que el ex emperador de China tomaba su mano, se zafó, ¿Qué se creía ese humano para sujetarlo de esa manera? Y en un intento de que ya no lo agarrara de la mano como un niño chiquito, expresó su molestia. —Yo puedo caminar solo, pero que quede claro que, si es otro de tus juegos, yo mismo me encargaré de darte de comer a mis experimentos.

—Créeme, no te arrepentirás, además Niko no pudo venir personalmente porque... —de un segundo a otro se detuvo, ¿Era mala idea decirle el motivo de su amigo? Sacudió su cabeza mentalmente dispuesto a olvidar lo que recién había dicho.

—¿Porqué? —elevando una ceja, el señor de las moscas cuestionó con sospecha.

—Solo digamos que está ocupado investigando cómo se le hacen los agujeros a las donas. —afirmó sonriendo, fue lo primero que se le vino a la cabeza. —Ahora, vámonos que, incluso tomando la ruta que Hades utiliza, nos tomará alrededor de dos horas llegar.

—De acuerdo. —y sin más, cerró su laboratorio y con paso veloz, siguió al amigo de su pareja, "Espero que no sea nada malo" pensó.

⚡🪰

Por otro lado, Tesla se encontraba sentado en uno de los sofás de su habitación, se removía en su lugar una y otra vez tratando de bajar su nerviosismo. Ya habían pasado aproximadamente tres horas desde que Qin se había ido en busca de Beelzebub lo cual lo tenía bastante ansioso.

—Leeré de nuevo mis notas. —se dijo buscando una forma de relajarse y de perder el nerviosismo que presentaba.

Al abrir su cuaderno, abrió sus ojos un poco sorprendido ya que uno de los puntos era la preparación, lo pensó por unos cuantos segundos y asintió con la cabeza. —No pierdo nada con intentar prepararme yo solo.

Con la conversación que tuvo con su amigo, llegó a la conclusión de que ser el de abajo sería lo mejor debido a su inexperiencia y a su ansiedad por el acto.

Se levantó de su lugar y para evitar que alguien lo sorprenda cerró la puerta con seguro, en el caso de que llegara Qin, no derrumbaría la pared puesto que Beelzebub estaría acompañándolo.

No obstante, y para ser precavido, se encerró en el baño, se bajó los pantalones y se detuvo en seco. —¿No se supone que debo usar lubricante? —y como si tuviera una revelación, recordó que en los videos que había visto, a veces usaban saliva y parecía no haber problema.

El secreto de Nikola TeslaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora