El secreto de Nikola Tesla

Capítulo 23: Discusión

—¿Qué hiciste qué? —cuando Nikola escuchó aquello, se sorprendió, ¿De verdad Beelzebub había cometido un acto tan feo? —¿Por qué lo hiciste?

—No tenía otra manera de saber sobre ti y tampoco pude esperar a que tú mismo me lo contaras. —sonrió vencido. —Sabía que no me dirías nada y yo simplemente no podía verte sufrir cada vez que lo recordabas.

—Y es por ese motivo que he estado tomando terapia... Me he esforzado tanto por avanzar y superarlo; y tú eres el único capaz de lograr que retroceda. —la voz de Tesla sonaba decepcionada. —Porque, aunque no pareciera, yo también quería hacer el amor contigo.

Oír de su amado esas palabras provocó que su corazón palpitara de emoción, incluso y de forma leve se le subieron los colores a la cabeza, pero no era momento de eso. —Nikola, avanzaré contigo y retrocederé contigo si es necesario, porque el anillo... —fue interrumpido.

—Ese anillo tenia un enorme significado que yo le había dado, no solo eso, sino que fui muy feliz al saber que siempre lo llevabas contigo. —dejó salir un suspiro, siendo sinceros no le veía rumbo a la discusión que tenía con su novio.

—Tenía que hacerlo, desecharé el anillo todas las veces que sean necesarias si con eso puedo ayudarte, por eso la muerte lo quiso, porque para mí significaba mucho. —se defendió el señor de las moscas. —Todo lo que he hecho ha sido por ti, en ningún momento se me cruzó por la cabeza engañarte con alguien más y lastimarte; sé que lo que hice estuvo mal porque, a fin de cuentas, terminé hiriéndote.

—¿Aun sabiendo "eso" tú me sigues amando? —cuestionó de forma abrupta, no quería seguir con la discusión y técnicamente ya había obtenido más información de la que requería y necesitaba, estaba mejor sin saber, pero como dicen por ahí:

<<La ignorancia es una dicha>>

—Te amo como no tienes idea... ¿Y tú? —temiendo la respuesta, el señor de las moscas preguntó.

—Dejaría la ciencia por ti. —observando directo a los ojos de su pareja, Tesla mencionó con sinceridad.

Sin duda, Beelzebub se puso feliz y sonrió, estaba a punto de acercarse a su pareja cuando escucho esa mugrosa palabra la cual provocó un nudo en su garganta. —¿Qué?

—Digo que, ya no sé si es bueno para ambos que estemos en una relación... No después de que la confianza se haya roto. —bajó la mirada por varios segundos y posteriormente, la levantó para ver el rostro desesperado y triste de su novio. —Porque no es la primera vez que sucede.

—Entiendo que quieras acabar con nuestra relación, pero no estoy de acuerdo, no después de escuchar que nos correspondemos. —Se mantuvo en calma, aunque dentro de sí, estaba más que desesperado.

Nada de lo que estaba ocurriendo estaba en sus planes, ¿Qué había hecho mal?

Su plan era acabar con ese hombre y ayudar a Nikola con su trauma para que lo superara y después de eso, vivir felizmente.

—Esta vez no se trata de que quieras o no, Beelzebub, y tampoco he dicho que terminemos, es solo que necesito tiempo para analizar la situación. —comenzó a caminar hacia la salida de la habitación. —Cuando tenga una respuesta, hablaremos, mientras tanto no quiero verte.

—No era mi intención herirte, Nikola, esperaré tu respuesta y la aceptaré sin refutar. —sentenció Beelzebub, ya había hecho suficiente como para que Tesla le tome cierto repelús, solo le quedaba ser paciente y esperaba que su amado no finalizara la relación.

—Nos vemos después, Beelzebub. —dicho esto, el croata salió de la habitación dejando solo al señor de las moscas.

Una vez que Nikola caminaba por los pasillos, se preguntaba si había hecho bien, era su primera relación amorosa y por ende, no sabía muy bien cómo llevar una discusión de ese tipo, lo que sí sabía era que estaba decepcionado de Beelzebub.

Tal vez a ambos les faltó mucha comunicación, aun así, se tomaría su tiempo para pensar bien las cosas.

⚡🪰

Cuando Hades tocó la puerta del cuarto de su amigo y no obtuvo respuesta, optó por abrirla y al adentrarse a la habitación, dejó salir un suspiro cansado, sus sirvientes más o menos se habían encargado de explicarle la situación.

—No te preocupes por Nikola, le pedí a uno de mis sirvientes que lo regresaran a su casa. —se acercó a Beelzebub. —A decir por tu rostro, no salió nada bien.

—Se enteró de todo y no me quedó de otra que confesarle todo por completo. —afirmó el señor de las moscas mientras se sentaba en su cama. —¿Qué fue lo que hice mal?

—Beelzebub, tú sabes que hiciste mal, pero solo te queda aprender de tus errores y no repetirlos nuevamente, porque vamos, violar la privacidad de tu pareja sin su permiso es un acto atroz. —El Rey del Inframundo dijo tratando de darle apoyo a su amigo, pero a su vez, dándole leves regaños.

—No estás ayudando.

—Te lo advertí, pero creo que es mejor dejarte solo para que pienses sobre tus actos y después hablamos, solo quería asegurarme de que no estuvieras tratando de morir como solías hacerlo antes de conocer a Nikola. —se retiró de la habitación dejando al depresivo de su amigo solo.

—¿Ahora qué quieres? —Beelzebub dirigió su mirada hacia la esquina de la habitación y ahí observó a su peor enemigo. —Satanás.

Estaba cruzado de brazos y recargado en la esquina mientras mantenía una sonrisa burlona. —¿Qué tipo de discusión fue esa?

—No estoy de humor para soportarte.

—Fue una discusión muy sencilla, era como si un cachorrito le estuviera ladrando a Cerbero. —se encogió de hombros. —Yo esperaba ver más gritos y que se estuvieran diciendo hasta de lo que se iban a morir.

—Discutir no es parte de mí, además Nikola tenía razón.

—Te lo dije, si me hubieras dejado esto a mí, entonces esto ya se hubiera acabado, lo habría terminado ese mismo día en que nos enteramos, ni cinco minutos me hubiese tomado. —Satanás se acercó al rostro de Beelzebub. —Y ahora Nikola no quiere verte.

—Si no vas a aportar nada bueno, déjame en paz. —se quejó Beelzebub.