Capítulo 42: Todos necesitamos un Qin en la vida

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Tanto Nikola como Qin, seguían conversando sobre temas sexuales, tema que el segundo sabía que beneficiaría a su amigo. Para eso estaba él, para apoyarlo como Tesla lo hubiera hecho con él.

—Por cierto, Niko. —parecía que hablaba un poco más preocupado, no sabía que había detrás de toda la investigación y el problema que tuvo con Beelzebub, pero esperaría a que él mismo se lo contara. —¿Beelzebub no te está presionando? Porque de ser así, ese demonio conocerá mi espada.

Por su parte, el hijo de la luz se percató de como su mejor amigo irradiaba "fuego" de sus ojos, se notaba las ganas que él tenía de darle una paliza a Beelzebub, solo soltó una leve risa, no se había equivocado en hacer amistad con él, Qin era distinto a sus amigos y/o compañeros científicos y eso le hacía sentir bien.

—No, Non, Nem, Nein. —negó también con la cabeza. —Beelzebub no me está presionando para nada, solamente quiero dar el siguiente paso, ¿Sabes? No quiero estancarme por toda la eternidad.

Qin solo escuchó atentamente con los brazos cruzados, sus ojos no mentían y aquello provocó que sonriera satisfecho. —Me parece bien que estés creciendo, Niko.

—¿Disculpa? —ladeó la cabeza un poco confundido, no comprendía a qué se refería su amigo.

—Sí, bueno, yo tengo muchos más años que tú en realidad. —en un acto para demostrar lo que decía, levantó los dedos para hacer cuentas de la edad de ambos. —Esto si nos basamos en el año actual en la Tierra que es el 2023.

—¿Necesitas ayuda con los cálculos? —con una sonrisa algo preocupada, pero con más toque de superioridad, Tesla ofreció su ayuda para realizar las operaciones matemáticas.

—No, puedo hacerlo. —siguió contando con los dedos, levantándolos y bajándolos. —3 menos 6...

—Te espero. —dejando a Qin contar, Tesla se puso a revisar sus notas mientras que, con el lápiz se daba leves golpecitos en la mejilla. A fin de cuentas, no podía reírse de su amigo porque lo había ayudado, cada uno era un ignorante a su manera.

⚡🪰

Sostenía en su mano una pequeña criatura un poco alargada, pero con dos protuberancias en su cabeza, la veía con total calma hasta que sintió un zumbido en sus orejas, si bien, su pareja le había dicho que, cuando esto ocurría era porque alguien estaba pensando o hablando de él, al principio lo dudó, pero conforme pasó el tiempo desconfió sobre si era real o era falso.

Dejó salir un suspiro y con fuerza aplastó el pequeño monstruito que tenia en sus manos. —Demasiado débil. —se quejó Beelzebub, sentándose en uno de los escritorios que tenía en su laboratorio.

Como ya se había mencionado, ya no creaba monstruos para matarse sino para volverse más fuerte y medir su fuerza con el fin de poder proteger aquello que ama.

—Si alguien está hablando de mí, espero que sea Nikola. —sonrió. —Ya es tarde para ir a verlo esta noche, de seguro ya está durmiendo.

⚡🪰

—¡Lo tengo! —con una emoción inesperada, Qin gritó dando a entender la respuesta.

—¿De verdad? —Tesla bajó su pequeño cuaderno y observó a su amigo, solo pasaron para unos 5 minutos, pero había que darle crédito al ex emperador de China puesto que todo lo hizo mentalmente, aunque claro, el hijo de la luz ya tenía la respuesta desde que el contrario hizo mención de las edades de cada uno.

—Yo soy un hombre de 2,282 años y tú, mi querido Niko, tienes 167 años. —habló orgulloso. —Si nos comparamos, eres un bebé y yo un anciano.

—No obstante, mi estimado Qin, si te comparas con Hades o con cualquier otro dios, eres un bebé. —contraatacó Tesla dejando de lado su libreta.

El secreto de Nikola TeslaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora