Capítulo 29: Descubiertos

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Quedó pasmado al notar que no había nadie dentro de la bodega, observó por cada rincón y no encontró ningún rastro de que Tesla o Edison hubieran estado ahí, aun así, sus macabros ojos dieron con las dos radios.

Aquello llamó su atención y sin pensarlo mucho, tomó ambas radios para inspeccionarlas y averiguar que sucedía. —Estas iniciales y esta tecnología tan ambigua. —entrecerró los ojos afirmando su duda. —Son de una humana... Marie Curie...

Luego de averiguarlo, se quedó pensativo, ¿Acaso Nikola estaba haciéndole pasar un mal rato?, negó con la cabeza, era imposible que su humano tuviera la suficiente maldad para llevar a cabo una "broma" de tan mal gusto.

Sea quien sea, lo mataría por molestarlo de esa forma.

Y al darse la vuelta, algo llamó su atención por lo que decidió inspeccionar aquello.

⚡🪰

Asimismo, los humanos festejaban el éxito de su plan haciendo mucho alboroto mientras estaban escondidos entre los arbustos.

—Eso fue excelente, Nostradamus. —con una sonrisa y sentado en el pasto verde, Qin felicitó. —Para la próxima, tú serás al primero que invite.

—Es fácil provocar a Beelzebub. —se encogió de hombros. —Si me hubieran avisado de esto, hubiéramos llevado esto más lejos.

—No dudo que lo hagas, solo que a veces eres demasiado extremista. —Sasaki comentó con los brazos cruzados, por alguna razón presentía que algo malo iba a pasar, pero tenían a Poseidón y a Hércules de su lado así que... ¿Qué podría salir mal?

—A todo esto, Jack, ¿Qué viste en Beelzebub?, ¿Le es infiel a Niko?, ¿Tenemos que matarlo? —con mucha insistencia, el ex emperador de China se balanceó como si fuera un niño pequeño. —Porque de ser lo último, traigo todo lo necesario en mi mochila.

Lejos de unirse a la conversación con los humanos, y recibiendo la brisa en su cabello de forma relajante, el tirano de los mares exclamó. —No sé qué me preocupa más, que ese humano sea novio de mi hermano mayor o de que tenga lo necesario para matar a un Dios. —suspiró Poseidón, pese a ver y escuchar todo el plan, no interfirió, decidió quedarse recargado en el árbol que estaba atrás de los arbustos y descansar, por supuesto que ya se había percatado de que la maldición de Satanás venía por ellos, posiblemente sería la oportunidad perfecta para deshacerse de Qin Shin Huang.

Hércules, por su parte, solo le asintió, de verdad era preocupante ese humano y agradecía que su amado no se llevara tan "bien" con ese Rey. —Ambas opciones son alarmantes.

Regresando a la conversación de los humanos, Jack se llevó una mano a su mentón y de manera elegante, mencionó. —Está limpio.

—¿Limpio? —se confundió Sasaki.

—Sí, no hay nada de qué preocuparse, Beelzebub no le sería infiel a Nikola, solo vi colores de amor, celos e ira, pero ese último fue por lo que dijeron. En verdad que Beelzebub se llevó un buen susto. —por alguna razón sentía un peligro inminente.

—¿Y no era más fácil preguntárselo directamente? —Nostradamus inquirió. En verdad que les gustaba complicarse la vida.

—¿Qué te hace pensar que Beelzebub nos diría la verdad? Por extraño que parezca, le caigo mal. —respondió Qin poniéndose de pie.

—Ya somos dos. —añadió Poseidón.

—¡Oye!

—En fin, ya me divertí un rato, así que ya me voy antes de que Odín se dé cuenta de que tomé su cartera. —se burló Nostradamus alejándose del lugar siendo despedido por los demás presentes.

—Que agradable sujeto. —como si nada, Kojiro habló.

—No es completamente seguro de fiar. —agregó Jack.

—Bien, vámonos antes de que... —Qin se vio interrumpido en ese momento, sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo y comenzó a sudar frío.

Justo en ese instante, el señor de las moscas hizo aparición por delante de los arbustos, sosteniendo en una de sus manos ambas radios, su aura era tan macabra que, por un momento, perturbó a Jack.

—Será mejor que me expliquen qué sucede. —y sin pensarlo, destrozó las radios cuando cerró su mano.

⚡🪰

Volviendo a la noche anterior y en el laboratorio del hijo de la luz, el demonio de cierta forma retaba al croata.

Era altanero y eso nadie se lo podía quitar, además de que le gustaba jugar con los demás y Tesla no era la excepción.

—La noche es joven, Nikola. —le susurró Satanás al humano.

—¿Eso es todo? —Tesla se cruzó de brazos y, posteriormente, dejó salir una risilla. —¿Entonces, todo este tiempo, Beelzebub...?

—Yo no miento, Nikola. —se encogió de hombros. —¿Aceptas o no?

Derrotado, el croata decidió aceptar. —De acuerdo. —si era por un bien mayor, lo haría con gusto.

Con una voz llena de lujuria, se acercó al humano y lo sujetó suavemente por el mentón. —Así me gusta, que obedezcan, además, lo disfrutarás tanto como yo.

El secreto de Nikola TeslaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora