Capítulo 37: Pronto

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Al escuchar aquellas palabras, la mente de Beelzebub explotó, por Satanás, oír que su pareja lo extrañaba fue lo más placentero que había escuchado después de todo lo que había sucedido entre ambos.

Dejó salir una risita que sorprendió a Nikola. —Yo te extrañé el doble. —de inmediato, le entregó el ramo de flores y chocolates que había estado cargando consigo desde la tarde.

Por su parte, Tesla las aceptó con gusto. —Es un honor para mí recibir tan honesto presente. —sujetó los regalos y como si fuera muy importante, respiró profundo el aroma de las flores acercando levemente su rostro al ramo.

Rascándose el cuello con toda su mano, el señor de las moscas habló. —Estuve investigando el lenguaje de las flores y... Estás eran las más adecuadas.

—Bueno, a decir verdad, estas camelias ya perdieron su aroma natural. —dejó salir un suspiro lleno tranquilidad. —Huelen a ti y para serte sincero, me gusta.

—¿Desde cuando te volviste tan romántico? —Beelzebub se burló un poco, era inusual ver a Tesla con esa actitud, normalmente se avergonzaría y se dejaría llevar por la situación.

—Siempre he sido así, es solo que... Cuando se trata de ti, mi mente se queda en blanco, nunca había experimentado eso. —le regresó la mirada al dios con una sonrisa juguetona. —¿No te gusta?

Acercándose un poco más a su novio, Beelzebub continuó. —Todo lo que provenga de ti, me fascina.

—A propósito, traje una botella de whiskey, quiero beberla contigo. —con gusto, colocó la botella en la banca y con agilidad, abrió la misma, posteriormente de la bolsa que levaba consigo sacó dos vasos cortos con un fondo grueso. —Estos son excelentes para el whiskey.

Asimismo, el demonio observaba a su pareja sirviendo la bebida con una risita tonta, extrañaba estar así con su novio y ahora, parecía que todo había regresado a la normalidad.

Se aseguraría de hacer las cosas bien.

—Así que, Nikola... ¿Piensas embriagarte esta noche? —tensó la mandíbula esperando una mala respuesta, aunque su tono de voz había sido juguetón.

—¿Por qué? —Tesla no se quedaría callado, no era parte de él cerrar la boca. —¿Me vas a secuestrar?

—No, yo solo estaba pensando de más. —en ese momento, su pareja le extendió el vaso con whiskey a lo que hizo un gesto con la mano como agradecimiento y después, agarró su bebida.

—La noche es joven, Beelzebub, así que no divagues mucho. —como si fuera nada, Nikola dio trago a su licor. —Durante el tiempo en que estuvimos separados, tomé whiskey en ciertas ocasiones, ¿Y sabes? No me sabía tan delicioso como ahora, tú eres el culpable de que todo me sepa bien.

Dichas palabras provocaron que los colores se le subieran a la cabeza al demonio, en serio, su humano parecía otro, en ese instante, se propuso de pedirle lo que tanto estaba esperando desde que tuvieron aquella discusión y por amor a todos los dioses, deseaba que no saliera mal.

—Nikola, quiero... —para su mala suerte, su amado lo interrumpió tal parecía que no se había dado cuenta, quizá su tono de voz fue muy bajo, sí, eso debía ser. "Quiero besarte" pensó.

—Lo he estado pensando mucho, Beelzebub, también la terapia ha ido muy bien y Jung dijo que pronto estaría bien... —nuevamente, dio un profundo trago. —A lo que me refiero es que quiero tener relaciones contigo, deseo que tú seas el único.

¿En serio?, ¿De verdad estaba escuchando bien?, el señor de las moscas estaba más que aturdido, ¿Su Nikola en verdad le estaba pidiendo hacerlo?, si no hubiera sido porque Tesla siguió hablando, ya se le hubiera lanzado encima con meros propósitos lujuriosos y amorosos. Por supuesto que se hubiera detenido en el primer momento en su pareja se lo pidiera.

—Pero todavía no, siento que aún no estoy listo para pasar al siguiente nivel. —con seguridad en sí mismo, Tesla afirmó. —Entenderé si ahora tú quieres tomarte un tiempo.

—¡Nikola! —exaltado, el señor de las moscas detuvo a su pareja debido a que no lo dejaba decir ni una sola palabra. —Te amo y eso es lo que importa, en todo este tiempo que estuve lejos de ti, me di cuenta de lo egoísta que fui al casi obligarte a hacerlo, esta vez, quiero hacer las cosas bien, con estar a tu lado me basta.

—¿Lo prometes?

—Que se muera Adamas si miento.

—Entonces es una mentira. —se burló Nikola cruzándose de brazos no sin antes dejar su vaso sobre la banca.

Dejó salir un suspiro divertido, en verdad que su pareja se acordaba de todo y más lo insoportable que podía llegar a ser el Dios de la conquista. —Bien, que un rayo parta por la mitad a Hades si miento.

—Eso esta mejor. —satisfecho de la respuesta, el hijo de la luz sonrió victorioso.

—Aunque dudo que un rayo pueda matar a Hades. —añadió Beelzebub con la misma diversión que su amado.

Esta vez, fue Tesla quien se acercó más a su pareja, quería sentir su calidez. —Necesito que me abraces. —cambió de tema.

No pasó ni cinco segundos cuando Beelzebub hizo lo que pidió su novio, lo abrazó con suavidad y ambos se quedaron de esa forma; les parecía cómodo estar así. —Lo haré todas las veces que quieras, incluso si no me lo pides.

El secreto de Nikola TeslaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora