Cap7. La peor semana del invierno

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"Milord, lo escoltaré a su primera clase."

"Gracias Joseph, pero he terminado todos los exámenes. Iré a la biblioteca."

Un asentimiento y ambos comenzamos a caminar fuera del círculo de teletransporte.

A pesar de haber deambulando dos veces por los pasillos del templo la noche anterior y la madrugada de éste, ver a Lady Rozemyne tan animada durante el delicioso desayuno y compartir el viaje de vuelta al castillo con ella y Hugo en Lumi me habían ayudado a mantener la calma. Con algo de suerte, mi señora dejaría de preocuparse tanto por mí y podría relajarse en el salón de juegos y en el Templo.

Me dirigí a la biblioteca y busqué los materiales de lectura que me interesaban, principalmente sobre los círculos mágicos y herramientas mágicas. También quería investigar los temas relacionados con los médicos y la magia de curación. Mi señora era bastante joven y alguien parecía querer deshacerse de ella, necesitaba asegurarme de poder mantener su vida segura.

Las luces qué indicaban el inicio del almuerzo brillaron sobre el material que tenía, así que me dirigí a los autómatas para devolver los libros.

Regresé junto con Joseph al dormitorio de Eisenreich, encontrándome con Justus en el camino. Gracias a los dioses no se burló de mí, ni realizo ningún comentario sarcástico sobre mi señora y su supuesta inclinación a consentirme.

El olor del consomé fue lo primero que sentí al entrar en el comedor.

Lady Georgine me abordó de inmediato, curiosa e incluso ansiosa por saber si de alguna manera había logrado qué Lady Rozemyne compartiera sus recetas con el resto de los alumnos.

No le respondí de inmediato. Me dirigí hasta mi lugar, aclarándome la garganta antes de elevar mi voz sobre todos.

"El día de ayer le comuniqué a mi Lady qué ustedes estaban interesado en probar sus recetas y darle su sincera opinión para que los cocineros sigan mejorando" escuché algunos vítores discretos de mis compañeros ante el anuncio, me tragué la sonrisa que luchaba por emerger antes de seguir hablando "pero solo permitió que se les de uno de los platillos para evitarles mucho sufrimiento."

Todos se quedaron callados al instante, paseando sus miradas entre los platos y yo una y otra vez antes de volver a observarme mientras me sentaba para comenzar a comer el consomé.

"¿Esto te divierte?" me preguntó mi hermano en un susurro mientras observaba su propio plato.

Tomé una segunda y una tercera cucharada de consomé antes de sonreírle y responder en un susurro tan bajo como en el que me habló.

"Mucho. Pero esas fueron sus palabras. No las mías" le informé terminando con lo último de mi plato antes de que me sirvieran una ensalada experimental y el resto de la comida.

Podía sentir las miradas resentidas sobre mí en tanto mis compañeros observaban sus propios platos sin atreverse a probar la comida.

"Si no les ha gustado, puedo informarle a mi Lady para que no les imponga esta carga."

"¡No te atrevas!" rugió Lord Sylvester a mi lado.

"¡No!"

"¡No lo hagas!"

Sonreí ante la enorme cantidad de voces protestando, conteniendo una carcajada como pude. Justus solo negó despacio sin dejar de verme, divertido solo por notar cuánto lo estaba disfrutando.

"Sabe mejor caliente. Si no lo comen pronto, lo desperdiciaran" informé antes de seguir comiendo.

El sonido de cientos de cucharas golpeando el fondo de los platos, primero con miedo y luego con avidez, inundó el comedor del ducado. Después de ello pude percibir una gran cantidad de conversaciones en murmullos llenos de asombro y entusiasmo, además darme cuenta de las enormes sonrisas satisfechas en los rostros de mis pares. Algunos se mostraban incluso sonrojados y con miradas curiosas. Justus soltó una risilla divertida casi al mismo tiempo que Gudrun al otro lado de la mesa.

El ascenso de un científico loco, ¡Descubrire como funciona el mundo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora