Cap55. Un invierno agotador.

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El bautismo y compromiso de Lady Seradina me habían dejado más cansado de lo que esperaba, aun así, tenía demasiadas cosas que atender temprano en la mañana.

Como Rozemyne ya había terminado las clases prácticas del curso de candidatos, decidió acompañar a su madre a realizar la ceremonia de protección divina.

Era sencillo, los estudiantes de tercero comenzarían a realizar la ceremonia tras el almuerzo, por lo cual el único momento para que Seradina pudiese realizarla sin tener contacto con los estudiantes era la mañana. También era el mejor momento para ocultar donde recuperaría su voluntad divina.

La única razón por la que estaba tan dispuesto a arriesgarme tanto era que no estaba dispuesto a otra situación como la que paso con Rozemyne durante su tercer año.

'Lo que parece muy probable dada su devoción a los dioses.'

Ya que quería mantener en secreto que se podía obtener la voluntad divina en lo alto del altar los tres que me acompañaban eran mis tres juramentados, no necesitaba a más dentro de la academia y gracias a los dioses Laurenz era también un erudito, por lo que eso cubría todo.

Tras salir de la villa, toda esperanza de pasar desapercibidos se esfumó.

En compañía de Rozemyne, Lady Seradina comenzó a seguirme junto a su sequito, quienes debido a su situación actual eran todos adultos provenientes de Eisenreich, lo cual llamaba mucho la atención.

No era que no tuviese estudiantes a su servicio, pero debido al programa que llevaría, solo podrían asistirla cuando finalizase sus clases.

Por otro lado, que Rozemyne caminara al lado de su madre también generaba miradas confusas seguidas de comprensión. La identidad de la princesa secreta se expandiría como pólvora para antes del almuerzo.

Del modo más discreto posible les ordené a mis hermanos que reunieran información sobre lo que se decía en la academia, principalmente quería corroborar que no hubiese malos comentarios sobre Seradina.

Al llegar al altar Rozemyne, su madre y yo entramos, la ceremonia debía ser secreta, sin embargo, por decoro dos adultos no podían estar solos, debido a esto, tambien entraron dos miembros del sequito de Seradina con nosotros. La orden había venido de Zent y del tio, por lo que no pude negarme.

No importaba que yo fuese su profesor en la academia o ella fuera la madre de mi antigua prometida. Lo mejor era evitar rumores innecesarios.

"Es posible que algunos vean el ingreso de Lady Seradina a la sociedad noble como una posible novia para ti. Se parece mucho a Rozemyne en todos los sentidos, por lo que los más osados afirmarán que tú te comprometerás con ella y Galtero tendrá a la princesa."

Mi primer instinto fue descartar la advertencia de Laurenz como absurda pero después cambié de idea. Mi hermano había nacido noble, tenía un sentido común más acertado que el mío, aunque decidiera ignorarlo por mucho tiempo, por lo que pensé su advertencia tenía sentido. Cuando lo consulté con Justus y Eckarth ambos coincidieron que no era una idea absurda.

Klassenberg aún tenía ducados bajo su protección. Eran pocos, pero solo se necesitaba una chispa para encender una mecha, por lo que debía tener cuidado.

Como sospeché, Lady Seradina obtuvo veinticuatro bendiciones, al mismo nivel que los azules de Rozemyne. Mi novia entonces la instó a subir la escalera y a recuperar su voluntad divina.

"Lo mejor será que satures la feystone, así podrás absorberla más rápido." Le aconsejó.

Mientras esperábamos a que la mujer bajara, vigilados por los dos asistentes que daban la espalda al altar por órdenes mías, fue que Rozemyne dijo algo de lo más curioso.

El ascenso de un científico loco, ¡Descubrire como funciona el mundo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora