SS. Galtero: Nacido para gobernar.

66 4 4
                                    

Un niño como él jamás debió llegar a su bautismo, pero los dioses tenían otros planes, grandes planes para él.

Su madre era una simple flor, una más de un jardín de flores. No era la más bella, pero si la más fuerte. Los brotes nacidos de ella se convertían en las mejores feystones.

Sin embargo, eso cambio con él.

Su nacimiento provocó que el hilo de Azalea se cortara. Su padre, el entonces segundo príncipe Waldifried, lo tomó a su cuidado. El heredero de zent lo reconoció y el pasó a ser el hijo de zent. Aun en la cuna, se le reconoció como posible heredero. Quizás era el hijo de una flor, pero era el único hijo varón del futuro zent.

Ser Zent se volvió su derecho de nacimiento.

Ese derecho se convirtió en decreto divino cuando su padre murió.

Los dioses mismos lo habían elegido como zent, si no fuese así, él hubiese muerto junto a su padre y hermanas, sin embargo ese día estaba en la villa del tercer príncipe, conociendo a quien presumiblemente se convertiría en su esposa.

Eglantine.

Ella era tan solo un año menor que él. Ambos aun estaban antes del bautizo, pero sus padres consideraron oportuno que se conocieran temprano, que debían desarrollar una relación de compañerismo armónica, mayor a un simple compromiso político.

La noticia de la muerte de Zent sacudió al país y lo sacudió a él.

El tercer príncipe entonces tuvo a bien enviarlo a Eisenreich para protegerlo junto a quien seria su esposa en secreto. Galtero sería presentado como hijo del tercer príncipe, hermano mayor de la más joven de sus hijas.

Si el primer príncipe vencía, ambos vivirían protegidos como candidatos a archiduque de Eisenreich, pero si el tercer príncipe se alzaba victorioso, ambos volverían a la soberanía, así fuese como hijos adoptivos.

Sus asistentes nunca lo dejaron olvidar su origen, ni su destino. Había sido salvado de su destino como una simple feystone. Había sobrevivido como único hijo de Waldifried, como último hijo de sangre del zent. Era su destino y su derecho tomar el trono como zent.

Pero incluso si no pudiera elevarse como Zent, sus asistentes plantearían la idea de convertirlo a él en el archiduque, dada su sangre y la historia del ducado, no era un mal trato.

La guerra civil finalmente llegó a su fin cuando tenia seis años. Pronto él y su futura esposa serían bautizados como hijos de Zent y él revelado como hijo del rey Waldifried, señalándolo como heredero... o eso pensó.

Mientras se preparaban sus pertenencias para el viaje, antes de que pudiesen regresar a la soberanía, una nueva guerra inició. El próximo zent y todos sus hijos habían muerto envenenados.

Otra vez, sobrevivió.

La niña que debía ser su esposa crecería pensando que él era su hermano y eso estaba bien. Ella no quería ser una princesa y no necesitaba serlo, pero... de nuevo, su destino se volvió incierto

El cuarto príncipe heredó la facción de su hermano mayor y la facción de Klassenberg y el príncipe Siegfried se apoyaron entonces en Trauerquel, el quinto príncipe que fue educado como ministro y caballero comandante.

El hombre no era adecuado para Zent, pero era su mayor esperanza para cumplir con su destino, sin embargo, pronto se dio cuenta de que su destino aun estaba a su alcance, todavía se estaba tejiendo y la persona con quien debía atar sus estrellas pronto llegaría a él.

Fue con el reinicio de la guerra civil que la conoció: Rozemyne.

Ella era como él, una niña que nunca sería libre, una niña que nació para morir.

El ascenso de un científico loco, ¡Descubrire como funciona el mundo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora