SS de Laurenz

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"Lady Rozemyne ¿Porque estamos luchando contra esta bestia?" Bridget a su lado casi lloraba, tragando su miedo para enfrentar a la criatura desconocida

"Necesito recuperar su feystone. Yo daré el golpe de gracias, ustedes sométanla. El tío Bonifatius les informó de esto, ¿no?"

"¡¿No era una amenaza?!" gritó él junto a Matthias y Damuel. Sus compañeros azules.

El combate duró poco, cuando su Lady gritó que se apartaran, acabando con la bestia y felicitándolos, lamentándose por tener que exponer a sus queridos asistentes a esos peligros.

Laurenz quedó inconsciente entonces, apenas unos instantes después de escuchar un aleteo a lo lejos.

Presión. Ardor. Tensión.

"¡¿Como esto es mi culpa?! ¡Tú tampoco dormiste anoche Tetsuo!"

Una risa cargada de superioridad se dejó escuchar en ese momento y sus ojos fueron a su amigo "Yo no soy como tú, Shuu, puedo estar días sin comer o dormir mientras esté investigando o trabajando en algún proyecto", respondió su mejor amigo despegando apenas la vista de su libro, "Vamos tarde porque quisiste ver anime toda la noche y tardaste mucho en despertar."

"Tardaste mucho en despertar, Laurenz", sollozó una pequeña niña con grandes ojos dorados.

"Mi ...Lady?", preguntó un tanto confundido debido al extraño sueño.

"Descansa un poco más, aun estas desorientado. Solo tú y Ferdinand seguían sin despertar."

La cabeza le daba vueltas, solo asintió antes de volver a recostarse en esa cómoda cama, quedando dormido una vez más.

"¡Ustedes dos me van a matar!"

"No quiero conocerlo, Shuu, ¿por qué querría un novio? Solo es tiempo de lectura perdido", respondió su amiga terminando de revisar el libro que se le había caído, poniéndose de pie para seguir su camino.

"No es solo eso, es tener a alguien a tu lado, acompañándote", una risita divertida lo descolocó al tiempo que volvía a mirar a su amiga, quien volvió a abrir su libró.

"Tú siempre estas a mi lado, acompañándome. No necesitó más, Shuu. Dime ¿despertaste por completo o sigues durmiendo?"

"¿Despertaste por completo o sigues durmiendo, Laurenz?"

"Estoy despierto, Ferdinand", suspiró antes de mirar a Briggite a su lado y dirigirse a ella, "entonces ¿este era tu hogar?" la joven sonrió de medio lado, mirando los árboles antes de volver su vista a él.

"Lo era, pero ahora reunamos las muestras que nuestra señora nos pidió."

Las extrañas ensoñaciones habían comenzado a aparecer desde que enfrentaron al señor del verano. Cada vez eran más frecuentes. Más un recuerdo que un sueño.

El día que abandonarían Illgner, Lady Rozemyne les permitió descansar o explorar si lo deseaban, todos optaron por permanecer en el campamento. Todos menos él.

Caminó un poco hasta llegar a un claro en medio del bosque, había marcado el camino ya que esos sueños, esos recuerdos, lo hacían sentir desorientado.

Se acostó en el pasto, mirando el cielo azul antes de cerrar los ojos, despejando su mente de cualquier cosa. Dejó que los recuerdos se precipitaran en su cabeza entonces, aunque no fueran todos.

Un mundo diferente. Una vida diferente.

Los recuerdos de una vida pasada que parecían no pertenecerle, pero estaba seguro de que eran de él. La palabra Isekai resonó en su cabeza al momento, llenándolo de expectativa. Se quedó quieto hasta que las imágenes dejaron de venir.

El ascenso de un científico loco, ¡Descubrire como funciona el mundo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora