Justus y Margareth. Una misión desvergonzada

66 20 2
                                    

"Justus, Margareth, necesito su ayuda para recopilar unos datos."

"Por supuesto, milord." Dijo Justus jugando su papel de asistente y divirtiéndose en el proceso. Era una lástima que su querido hermano se hubiera acostumbrado tan pronto, aunque igual era lindo verlo tratando de ser un noble serio dando órdenes.

"¿Para qué nos necesita, Lord Ferdinand?" preguntó Margareth con absoluta seriedad, quitándole la poca diversión al asunto.

"Planeo hacer un obsequio especial a todos los miembros de la casa archiducal, pero necesito sus medidas. Dado que es una sorpresa, no pueden saber que estamos tomándolas."

Algo en todo ese misterio era extraño, los instintos de Justus le decían que la información detrás de eso era... inimaginablemente interesante. ¿Qué se le había pasado por la cabeza a ese pequeño hermano suyo?

"Lord Ferdinand, ¿qué es este regalo que planea hacer y está información que necesita que consigamos?" preguntó Margareth con cautela.

Justus notó de inmediato el sonrojo en las orejas de su hermano a pesar de su cara seria.

"Un nuevo tipo de pijamas", Ferdinand guardo silencio, sin terminar de hablar, Justus y Margareth sabían que había algo más que no había dicho

"¿Pijamas?", repitió Margareth como una pregunta mientras entrecerraba sus ojos hacia el peli azul.

"Si, pijamas y... un... un nuevo tipo de ropa interior."

Margareth estaba sonrojada.

Ferdinand estaba sonrojado.

Justus estaba buscando la manera de no estallar en carcajadas y caer fulminado al suelo porque parecía de esas risas que provocan dolor de estómago y aflojan las rodillas.

"A ver, hermanito" dijo Justus haciendo un verdadero esfuerzo por no reírse "¿Quieres que vayamos al castillo, nos colemos en las habitaciones de todos y hurguemos entre todos los juegos de ropa interior para darte las medidas de cada quién?"

"Ba-básicamente."

"Permítanme un momento por favor."

Justus se retiró un momento en tanto Margareth recuperaba la compostura.

"¿Por qué desea obsequiar pijamas y ropa interior a TODA la familia archiducal? ¡Es perverso!"

"¡Es que odio la ropa interior y la ropa de dormir de los nobles!" comentó Ferdinand de inmediato antes de que ambos escucharan algo caerse y golpear la pared.

Cuando ambos corrieron al otro lado del biombo donde cambiaban de ropa a Ferdinand encontraron a Justus sujetando con fuerza un par de aparatos antiescuchas, riendo sin parar en el suelo.

"Eso debería darle una idea de lo... extraño de su idea, Lord Ferdinand."

"Igual lo sigo odiando. Es voluminosa, estorbosa y demasiado calurosa en el verano."

"¿Y porque no mandó a hacer solo para usted?"

Justus acababa de terminar de reír, soltando la herramienta justo a tiempo para escuchar la pregunta de Margareth, notando de inmediato el sonrojo en las orejas y el cuello de Ferdinand.

El silencio se extendió entre los tres por un tiempo. Justus miraba a su hermano con una sonrisa ladina y Margareth con desaprobación y una cara que casi decía:

'No podía ser más descarado con sus intenciones, ¿O sí?'

"Quiere regalarle un juego completo a alguien, ¿Adivinas tú o adivino yo, Margareth?", pregunto Justus cuando su compañera de misión no formulo el reproche de su mente

El ascenso de un científico loco, ¡Descubrire como funciona el mundo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora